La industria textil y sus riesgos | | Por Patricio Vásquez Gatica, Consultor en Prevención de Riesgos IST. | | | | | | Chile era famoso por su industria textil. Quién no recuerda a Rayón Said, de la ciudad de Quillota, que después pasó a ser Industrias Químicas Generales, o a la famosa Textil Viña S.A. Lamentablemente, esta industria ha ido en decadencia y solamente quedan algunas empresas, como Textil Zhar, ubicada a la entrada de Quilpué, e Industrias Lifelon, ubicada en El Salto, Viña del Mar. La materia prima de la industria textil es el algodón, la lana y las fibras sintéticas, que mediante un proceso largo, se convierten en hilos en las máquinas hilanderas, hasta llegar a los telares, pasando por etapas de teñido, cardas, corte y selección. En el proceso, se usa una gran variedad de equipos: hilanderas, telares, cardas, calderas, cortadoras, tintorería, coneras, etc.; equipos de manejo de materiales, como transpaletas, grúas horquilla, camiones, incluso elevadores o ascensores, según sea el diseño de la empresa; y herramientas manuales (como cuchillos cartoneros) y otras para la mantención y reparación de equipos. Riesgos asociados Los riesgos asociados a la industria textil se pueden agrupar en: riesgos de accidentes y riesgos higiénicos de enfermedades profesionales. Los accidentes más graves se producen en la operación, mantención o limpieza de máquinas, muchas muy antiguas y sin protecciones. Todas ellas tienen sistemas de transmisión por engranajes o poleas, algunas sin proteger, partes móviles de movimientos lentos o muy rápidos, discos de corte, agujas, cardas que poseen cientos de púas metálicas que permiten sacar la pelusa a las telas en proceso, etc. Existen muchos accidentes por atrapamientos, con amputación, pudiendo llegar incluso a la muerte del trabajador. Otros riesgos están asociados al manejo manual de materiales o a la intervención de máquinas en movimiento, lo que puede ocasionar diversos tipos de heridas -ya sea contusas, punzantes y especialmente cortantes-, caídas a igual o distinto nivel, quemaduras, lesiones de origen eléctrico, etc. También hay que considerar que esta industria presenta entornos de trabajo muy sucios por la producción de pelusas, que contaminan todos los sectores de las plantas de proceso, afectando incluso a los sistemas eléctricos. Ello puede ser causa de incendios, que pueden provocar daños de consideración a los trabajadores, incluyendo quemaduras o muerte. Por ello, los programas de emergencias deben ser muy bien estructurados. Enfermedades Profesionales En cuanto a los riesgos de enfermedades profesionales, pueden agruparse en: Riesgos Químicos: Dependiendo del sistema de producción, se podrían usar diversos productos como solventes en la elaboración del rayón, productos limpiadores, tinturas, etc. Riesgos Físicos: El más importante es el ruido, que ha generado una gran cantidad de trabajadores con daño auditivo. Otro son las vibraciones que podrían afectar las extremidades superiores o de cuerpo entero. Riesgos Biológicos: Están dados por los polvos de fibras vegetales y animales, como el algodón y las lanas de origen animal, siendo las afecciones a las vías respiratorias las más comunes (como la Bisinosis, una enfermedad pulmonar producida por el algodón). También pueden ser riesgos biológicos la presencia de arácnidos, insectos o ratones. Riesgos Ergonómicos: Muchas situaciones de trabajo que exigen un mayor esfuerzo físico-muscular, pudiendo producir lesiones músculo-esqueléticas por movimientos repetitivos. Respecto al control para prevenir accidentes y enfermedades, las empresas deben aplicar la legislación vigente y exigible a todo tipo de industria, como el Código del Trabajo y la Ley N° 16.744. Ambas normativas establecen que las empresas deben tomar medidas para proteger la vida y la salud de sus trabajadores. La empresa, a través de su Departamento de Prevención de Riesgos, con la colaboración del organismo administrador de la ley, debe realizar un diagnóstico de toda la normativa aplicable, determinar los incumplimientos y desarrollar un programa de cumplimiento. De este modo, se debe efectuar un diagnóstico técnico para identificar las debilidades de gestión que estén provocando accidentes, enfermedades, dificultades en la producción, etc., y diseñar un Programa de Gestión Preventiva, con objetivos claros y realizables, los que se deben cumplir en plazos determinados mediante actividades clave. El encargado de diseñar este programa es el Departamento de Prevención de Riesgos, y todos son responsables de aplicarlo, partiendo del gerente general a través de una política clara y una actitud consecuente, gerentes de áreas, supervisores y trabajadores. En este ámbito, es muy importante el apoyo técnico de las mutuales, especialmente en la identificación y evaluación de los riesgos físicos y químicos, ya que las empresas carecen de sistemas de evaluación. Los riesgos asociados a esta actividad nunca se podrán eliminar, pero con una buena gestión preventiva se podrán controlar eficazmente y así, lograr una producción limpia y sin daño a los trabajadores. | |