SEGURIDAD ELÉCTRICA La protección integral es el objetivo | | | |  | | Trabajar con baja, media y alta tensión siempre representa un riesgo. Por eso, a juicio de César Muñoz, Especialista de la Asociación Chilena de Seguridad (ACHS), el mensaje es claro: cualquier nivel de voltaje mayor a 50V en lugares secos, o 24V en lugares húmedos o mojados, puede significar una lesión grave o incluso la muerte para la persona expuesta. En Alta Tensión, Jack Nahmías, Jefe de División de Ingeniería de Electricidad de la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC), detalla que los riesgos están determinados por la distancia de seguridad, es decir, el trecho desde el que una persona puede ser alcanzada por una descarga. Estas distancias son bastante amplias y, por la intensidad de las corrientes eléctricas, si alguien es alcanzado por éstas, es muy probable que muera en forma instantánea. Según el especialista, los riesgos en Media Tensión son similares, pero las distancias de seguridad son menores. En otras palabras, para ser alcanzados por descargas, los trabajadores deben estar cerca de las instalaciones energizadas. Los efectos de una descarga eléctrica de Media Tensión pueden ser paros cardio-respiratorios, y en algunos casos, la muerte. En Baja Tensión, las corrientes son menores, aunque no por eso menos peligrosas. Su contacto con el cuerpo humano puede provocar quemaduras, paros cardíacos e incluso muerte, agrega. El origen del peligro  | César Muñoz, ACHS. | |  | Jack Nahmías, SEC. | |  | Francisco Valencia, Mutual de Seguridad CChC. | En Chile, sobre el 17% dentro de los accidentes de origen eléctrico se clasifican como graves, y entre un 5% y 9%, se consideran graves y fatales. A diferencia de otras clases de riesgo, los eléctricos son transversales a cualquier actividad e incluso están presentes en el hogar. Según estadísticas recogidas en 2009, 2010 y 2011 en las empresas adheridas a la ACHS, si bien el número de casos es menor al 1% respecto al total de accidentes, los accidentes eléctricos generalmente son graves. Por ejemplo, al analizar los tres períodos y promediando el número de días perdidos según tipo de accidente (CTP, con tiempo perdido), la relación de Días Perdidos en función del número de accidentes arroja un valor promedio de 15,3 días perdidos por cada accidente eléctrico que se ha producido, sostiene Muñoz. No obstante, en opinión de Francisco Valencia, experto en Prevención de Riesgos de la Cartera de Energía y Telecomunicaciones de la Mutual de Seguridad CChC, la accidentabilidad referida a lesiones por contacto eléctrico en la industria se ha reducido sustancialmente. Según estadísticas de la Suseso, el año 2012 llegó a tasas de accidentabilidad de 2%, cifra notablemente inferior a la media de la tasa a nivel nacional. El problema, como indica este experto, es que el comportamiento de la tasa de mortalidad en los últimos tres años se ha incrementado de 3,3% a 7,1%. Según investigaciones realizadas por organismos especializados en Seguridad y Salud Ocupacional, más del 75% de los accidentes del trabajo en la industria eléctrica se produce por causas como ignorancia, imprudencia, desconocimiento, falta de preparación, negligencias, problemas de seguridad técnica y personal insuficiente. En este sentido, Valencia señala que muchas personas desconocen que existe tensión donde sí la hay, no están interiorizadas de las características de la instalación en la que trabajan, emplean herramientas no aisladas y realizan maniobras incorrectas. A nivel de las condiciones laborales, en ocasiones hay inexistencia de puesta a tierra, elementos de protección defectuosos, sistemas de protección contra contactos directos no adecuados, falta de dispositivos diferenciales (o éstos no están totalmente operativos). A la luz de estas evidencias, la gran mayoría de los accidentes eléctricos podría evitarse de existir una cultura de protección personal, y una conciencia respecto a las condiciones seguras que debe proveer un entorno de trabajo sometido a este tipo de riesgos. ¿Qué dice la normativa? Norma Eléctrica 4/2003 (NCh Eléc. 4/2003 Instalaciones de Consumo en Baja Tensión): Rige para tensiones de hasta 1.000 voltios (1 kilovoltio o kV), y establece una serie de exigencias mínimas, siendo una de las más importantes la de contar -en forma obligatoria- con un interruptor diferencial, que corta el suministro eléctrico en contacto con el cuerpo humano. En esta norma, se contemplan fundamentalmente medidas de ingeniería. Se refieren a las características técnicas que debe tener la instalación, contemplan las protecciones adecuadas y especifican las distancias seguras y los niveles de voltaje de seguridad, entre otros requisitos. Su alcance está dirigido a las instalaciones eléctricas de Baja Tensión, sus circuitos, equipos y dispositivos, y entrega un conjunto de recomendaciones de seguridad orientadas hacia el funcionamiento correcto de la red de energía eléctrica, para que no produzca accidentes en los usuarios. NSEG 5. E.n.71. (Reglamento de Instalaciones Eléctricas de Corrientes Fuertes): Aplica para tensiones superiores y aborda requisitos normativos en la Distribución, Transmisión y Generación eléctrica, principalmente los niveles de tensión sobre 1.000 V. A juicio de Valencia, la NCh Eléc. 4/2003 carece de un capítulo que incorpore exigencias de seguridad en el trabajo, focalizadas en el personal que instala, mantiene los equipos y circuitos eléctricos. De la misma forma, agrega el experto, no hace un alcance respecto de las medidas de seguridad de los servicios de telecomunicaciones que se instalan en los postes, donde existen redes de energía eléctrica en Baja y Media Tensión. En atención a éstos y otros temas, ambas normativas se encuentran en pleno proceso de actualización y mejora por parte de la SEC, con el objetivo de introducir mayores estándares e indicaciones respecto al mantenimiento y operación del sistema eléctrico.  | Fuente: FUCYT ACHS (Fundación Científica y Tecnológica, Proyecto investigación). Año 2013. | Trabajo Seguro La realidad nacional actual revela que numerosas empresas -de los rubros minero y eléctrico especialmente- como comenta César Muñoz, ya incorporan requisitos de seguridad aún más exigentes, principalmente en línea con normativas internacionales como la NFPA 70E (Norma sobre Seguridad Eléctrica en los Lugares de Trabajo). Accidentes Eléctricos en Chile | El 60% de los accidentes se debe a arco eléctrico y 40%, por choque eléctrico. Causas básicas de los accidentes: Falta de preparación personal: 33,9%. Falta de experiencia: 24,7%. Orientación en el trabajo insuficiente: 18,5%. Entrenamiento insuficiente: 17,2%. Ordenes mal interpretadas: 3,1%. Práctica insuficiente del trabajador: 2,6%. | A su juicio, lo interesante de esta tendencia es que se establecen requisitos de seguridad tanto para riesgos de shock eléctricos, como para los llamados arcos eléctricos (Arc Flash), estos últimos orientados a la protección térmica de los trabajadores electricistas. Los accidentes de alta energía con quemaduras asociadas pueden llegar a deformar a aquellas personas expuestas, dado que los niveles de temperatura en un arco alcanzan hasta los 20.000°C. En síntesis, tanto los daños internos generados por un shock eléctrico, como los externos por un incidente de Arc Flash, pueden provocar juntos o por separado, daños graves a las personas expuestas, acota. Para garantizar la seguridad del personal que ejecuta trabajos en redes con energía eléctrica, el ejecutivo de la Mutual de Seguridad considera fundamental desarrollar cursos de orientación en prevención de riesgos eléctricos, cursos de primeros auxilios y de resucitación cardio-respiratoria. Respecto a las condiciones de salud, señala que es necesario realizar un examen médico ocupacional de alturas física y geográfica, además de motivar el uso de Elementos de Protección Personal (EPP) y Ropa de Trabajo especializada, que incluye certificación de calidad, D.S. 18, casco de seguridad clase A con barbiquejo, calzado de seguridad dieléctrico, lentes de protección ocular con filtro UV oscuro para trabajos al exterior y lentes de protección ocular con filtro UV claros para trabajos al interior. También recomienda el uso de protección facial, guantes dieléctricos clase doble cero (00) para distintos tipos de tensión, guante de cuero de esfuerzo menor (cabritilla) del tipo mosquitero, arnés de cuerpo completo con línea de vida y estrobo de posicionamiento para trabajos sobre 2 metros de altura, tenida de trabajo de algodón y camisa o polera de manga larga. En este contexto, se hace fundamental aplicar las Cinco Reglas de Oro, una metodología mundialmente aceptada, la que a su vez incorpora el método de control de energías a través de procedimientos de bloqueo de energías peligrosas. Considera abrir todas las fuentes de tensión, bloquear los aparatos de corte, verificar la ausencia de tensión, instalar los equipos de puesta a tierra, y delimitar y señalizar la zona de trabajo. De acuerdo a Muñoz, en trabajos en Media Tensión -1.000 a 60.000V- y Alta Tensión -sobre 60.000V- es una técnica ampliamente usada, especialmente en los rubros industrial, minero y eléctrico. Sin embargo, en Baja Tensión, no es del todo practicada. Al parecer, las empresas y personas involucradas no entienden que es parte de un estándar que permite hacer que su trabajo sea mucho más seguro, con un mayor control de los riesgos. Para el Jefe de División de Ingeniería de Electricidad de SEC, toda medida de seguridad que se pueda tomar es importante. Considera las Cinco Reglas de Oro como elementos fundamentales, por lo que se han incorporado a la discusión de las actualizaciones de las NCh Eléc. 4/2003 y NSEG 5. E.n.71., junto a las opiniones de profesionales y expertos en materia de seguridad, de representantes de la industria, académicos e investigadores. Todo sea por dar a luz una normativa que minimice los accidentes eléctricos y cuide la integridad de las personas. (Gentileza de Underfire Chile. Fuente: Curso Riesgos Eléctricos SERNAGEOMIN 2012, dictado por Ing. José Luis González Riva). | | |