El aseo industrial es un pilar esencial para mantener ambientes de trabajo seguros y saludables. Lejos de solo barrer y botar la basura, este ítem tiene un alcance mayor e involucra otros aspectos. Al respecto, Cristián Rojas, Especialista Senior en Seguridad y Salud en el Trabajo de ACHS, sostiene que el aseo debe ir acompañado de, al menos, dos conceptos clave que van de la mano: orden y organización.
“Se debe mantener la limpieza en máquinas y equipos, ya que cuanto mayor es la intervención del hombre, mayor será la posibilidad de ocurrencia de accidentes”, explica.
Además, asegura que el programa de limpieza debe estar bien documentado y ser aplicado estrictamente. “Los procedimientos deben ser elaborados indicando sector, equipos y utensilios, frecuencia, métodos de limpieza y desinfección, además de los responsables de la limpieza y de la vigilancia o verificación”, enumera.
María José Asiain, MUTUAL DE SEGURIDAD CCHC.
Ricardo Vásquez, DUOC UC.
Por su parte, María José Asiain, Asesora SSO de la Mutual de Seguridad CChC, agrega que desde el punto de vista de la seguridad, el orden y la limpieza son aspectos básicos para la eliminación de condiciones que puedan generar accidentes laborales. “Por esta razón, las labores desarrolladas por las empresas especializadas en este rubro debieran contar con una valorización mayor a la que actualmente poseen. Por ejemplo, a estas compañías se les transfieren riesgos asociados a la manipulación y retiro de desechos peligrosos, orgánicos, cortantes, etc.”, señala.
De acuerdo a Luis Salamanca, académico de Ingeniería en Seguridad y Prevención de Riesgos de UNAB, el aseo industrial es una de las fases más transversales en todo ámbito de trabajo. “Es de vital importancia para todos los trabajadores, desde el área alimenticia hasta el área de manejo y disposición de desechos domiciliarios e industriales”, afirma.
A su vez, Ricardo Vásquez, Director de Carreras de Prevención de Riesgos Duoc UC Puente Alto, recuerda que la seguridad industrial está asociada a una serie de variables, siendo una de ellas el entorno en donde se desenvuelve el trabajador. “Un lugar limpio y ordenado ayuda a minimizar la exposición a agentes de riesgo y ayuda a mantener los espacios en condiciones óptimas”, aclara.
Sistematización y normativa
De acuerdo a los expertos, las empresas con sistemas de gestión implementados, generalmente cuentan con buenos estándares de orden y aseo. Asimismo, aquellas dedicadas al rubro de la salud o alimentos, por ejemplo, deben ser muy rigurosas con este tema. “Sin embargo, existen otros rubros donde no existen estos niveles de rigurosidad, así como compañías en las que no es una exigencia de primera línea”, aclara Vásquez.
Las actividades industriales con mayor sistematización son aquellas donde el aseo es un pilar estratégico para mantener la continuidad operacional, como las empresas que participan en la industria de alimentos tanto directa como indirectamente (como aquellas dedicadas a producir insumos y/o materiales que estén en contacto con alimentos). “Otras industrias que tienen buenos niveles de sistematización son la farmacéutica; laboratorios químicos y clínicos; y la industria de tecnologías e investigación, entre otras. También cuentan con muy buenos estándares los establecimientos hospitalarios, clínicas y centros de salud”, específica Rojas.
En el caso particular de la industria alimentaria, existen normas que incluyen aspectos de aseo e higiene tales como ISO 22000 o HACCP. Tampoco hay que olvidar las exigencias nacionales contenidas en el Reglamento Sanitario de Alimentos del MINSAL (artículo 41) y DS N°594, entre otros.
“Si bien la normativa específica contiene el DS 594, que es la base de las ordenanzas y disposiciones de la Superintendencia de Servicios Sanitarios, la importancia del cumplimiento siempre encuentra su oportunidad de mejora en sistemas de fiscalización cuando nos enfrentamos a deficiencias en la gestión sanitaria de los lugares de trabajo”, sostiene Salamanca. “En los procesos productivos que involucran materias primas orgánicas que siempre se encuentran expuestas a la presencia de vectores sanitarios, el aseo industrial pasa a ser factor decisivo ante el cumplimiento de las disposiciones legales, más allá de su fiscalización”, agrega el profesional.
Si bien la normativa de la Ley Laboral establece un estándar básico de cumplimiento, aclara María José Asiain, se presume que su deficiencia respecto a este rubro radica en la falta de fiscalización en los innumerables centros de trabajo. “Su dispersión de masa laboral es un componente más que dificulta la estandarización de los aspectos preventivos de control de accidentes y enfermedades laborales, ya que no se puede comprobar que en todos los centros se cumpla con las normas básicas”.
Recomendaciones
A nivel local, existen buenas prácticas de empresas que realizan campañas comunicacionales, motivando a los trabajadores a participar activamente de los programas de aseo, orden y organización de sus respectivas áreas. Al respecto, Rojas sugiere destacar la importancia del aseo, orden y organización como pilares fundamentales para obtener lugares de trabajo más seguros, saludables y productivos. “Hay que abordar de manera integrada estos tres aspectos, mediante un programa donde se establezcan roles y responsabilidades, estándares de trabajo, frecuencias de realización, auditorías de verificación internas y cruzadas”, enfatiza.
Para María José Asiain, resulta primordial mostrarles a las empresas el sentido del cumplimiento legal, no solo porque se arriesgan a multas, sino porque se debe asegurar la salud y la seguridad de colaboradores y usuarios. “Hay que enseñarles que cumplir una norma no es un papel que muere con la firma del trabajador, sino que debe estar incluida en un sistema de gestión que asegure el mejoramiento continuo en esta materia”, enfatiza.
Un lugar limpio y ordenado ayuda a minimizar las pérdidas y contar con un espacio más seguro para realizar un trabajo, afirma Vásquez. “Además, pensando en el aspecto visual, también ayuda a generar un ambiente de confiabilidad, ya que un lugar limpio genera un impacto positivo en los clientes”.
Salamanca recomienda involucrar el concepto medioambiental en los procesos de aseo industrial, y añade que si la empresa no tiene experiencia o no sabe cómo abordar estos temas, debe contratar los servicios de especialistas en el área, los que sin duda podrán colaborar en la buena implementación de un sistema.
Limpieza de maquinaria
¿Y qué ocurre con el aseo de los equipos y maquinarias? Su limpieza es una actividad crítica, señala Rojas. “Como antecedente, podemos señalar que fue durante la realización de esta actividad cuando se produjo la mayor cantidad de amputaciones traumáticas en 2016”, detalla.
Este tipo de accidentes, comenta, ocurre durante tareas de limpieza o lavado de máquinas en forma manual; en algunos casos debido a que la actividad se realiza con la máquina en funcionamiento o energizada. “Muchas veces se debe también a la falta de experiencia del trabajador (que en ciertos casos pertenece a una empresa externa) o por la falta de un procedimiento de trabajo seguro para realizar estas actividades. El resultado de estos accidentes graves habitualmente es el atrapamiento o corte de manos, dedos o brazos del trabajador”, sostiene.
A lo anterior, María José Asiain añade que existe un bajo cumplimiento en los procedimientos o estándares de trabajo, “precisamente por la falta de involucramiento de la línea de supervisión y bajo compromiso gerencial en materias preventivas”.
A su vez, Vásquez afirma que la limpieza de maquinarias debe ser realizada por un técnico del área, ya que debe conocer las características de la mantención, y así no exponerse a sufrir un accidente con las partes móviles de las máquinas. “Los equipos deberían contar con un sistema de mantenimiento predictivo, el cual podría incluir lo relacionado al aseo de estos”, acota.
Generalmente el aseo de maquinaria involucra el uso de disolventes o elementos químicos disueltos o combinados con gran cantidad de volúmenes de agua, lo que genera la solución más rápida dentro del proceso productivo, afirma Salamanca.
“Sin embargo, también genera gran cantidad de RILES, los que requieren de una disposición y tratamientos específicos. El desafío se presenta al investigar sistemáticamente las nuevas tecnologías y formulaciones químicas más verdes y que puedan abaratar los costos del proceso, sin dejar de considerar la exposición de los trabajadores a nuevos riesgos de salud”, concluye.