Por Loreto Lisboa, docente de Prevención de Riesgos en Duoc UC sede San Joaquín, ma.lisboa@profesor.duoc.cl
Loreto Lisboa.
La importancia de la protección respiratoria radica en que la vía área es particularmente crítica cuando ingresan agentes nocivos al pasar casi directamente a la circulación sanguínea. Por esto, se debe tener en cuenta utilizar los EPP indicados.
Si una vez tomadas todas las medidas de control administrativas e ingenieriles sobre el medioambiente y la fuente, se mantiene una concentración ambiental que signifique riesgo de exposición a un contaminante químico o exista deficiencia en el porcentaje de oxígeno disponible para el intercambio gaseoso, se toman medidas de control sobre el trabajador, es decir, el uso de elementos de protección personal respiratorio (EPR).
Claves a considerar
Para la selección de un EPR, se debe realizar una identificación del agente higiénico, evaluación ambiental higiénica y, posteriormente, seleccionar el EPR adecuado para el trabajador según características individuales propias, características del agente, del proceso y compatibilidad con otros elementos de protección personal (EPP).
Para la identificación del agente higiénico, es importante realizar una medición o muestreo para conocer la concentración ambiental. Posteriormente, en la evaluación higiénica (cualitativa y/o cuantitativa) se debe contrastar con la normativa vigente, para, de ese modo, establecer si existe o no riesgo de exposición. Con esta información, se selecciona el EPR pertinente.
Son considerados riesgos higiénicos una concentración de aerosoles (líquidos o sólidos) y/o gases y vapores que se encuentren en una concentración por sobre el límite permisible establecido en la normativa vigente. Cuando existan sustancias que sean clasificadas como de alta toxicidad o el perjuicio a la salud del trabajador sea muy alta, el criterio de uso de EPR será una concentración ambiental por debajo del límite permisible. También son considerados de riesgo higiénico, los ambientes de trabajo en que la atmósfera contenga un porcentaje de oxígeno menor al 18%.
El Código Sanitario determina la normativa que asegure las condiciones de higiene y seguridad que deben cumplir EPP y la obligatoriedad de su uso. El Ministerio de Salud (Minsal), en su DS N°173, define un elemento de protección personal, como todo equipo, aparato o dispositivo, especialmente proyectado y fabricado para preservar el cuerpo humano, en todo o en parte, de riesgos específicos de accidentes del trabajo o enfermedades profesionales.
El Minsal también dictó el DS N°594, que establece las obligaciones del empleador en relación con la entrega gratuita de EPP a los trabajadores, a la eficiencia en relación con ser adecuados al riesgo al que está expuesto el trabajador, y a la capacitación en el uso correcto y mantención de EPP que, además, deben estar certificados de acuerdo con normas y exigencias de calidad. Asimismo, señala la responsabilidad que tiene el trabajador en su autocuidado, siguiendo las instrucciones entregadas en relación con el uso de los EPP durante su trabajo. Apoyando a la normativa anteriormente señalada, el MINSAL dictó el DS N°18 establece las normas y exigencias de calidad de los EPP. El Departamento de Salud Ocupacional del Instituto de Salud Pública (ISP) es el organismo encargado de autorizar, controlar y fiscalizar instituciones, laboratorios y establecimientos que realicen certificación y control de calidad de los EPP.
Además de dictar normativas, el Minsal, a través del ISP, libera protocolos y guías técnicas para apoyar con técnicas y criterios para temas de higiene y seguridad. En la “Guía para la selección y control de protección respiratoria”, se exponen los criterios técnicos y las recomendaciones para una adecuada selección, uso, limpieza, mantención y almacenamiento de EPR.
Equipos protectores
Un EPR se define como un dispositivo, aparato, equipo o grupo de ellos, que protege el sistema respiratorio de la exposición a agentes químicos. Se dividen en dos grandes grupos: equipos purificadores de aire y suministradores de aire. Los primeros se caracterizan por usar la presión ejercida por el trabajador en la inhalación y exhalación, para hacer pasar el aire a través de un material filtrante. Este material filtrante puede ser contra partículas (partículas sólidas y líquidas que se encuentran suspendidas en el aire), material filtrante contra gases y/o contra vapores o mixtos.
En cambio, los suministradores de aire son equipos que trabajan con una inyección de aire de calidad respirable que proviene desde una fuente externa no contaminada. Los EPR suministradores, se clasifican en relación con su capacidad de transporte y autonomía de movimiento, en:
Suministradores autónomos: la fuente externa de aire respirable es transportada por el trabajador, por lo que este tiene libertad de movimiento, pero con baja disponibilidad de tiempo de suministro de aire.
Suministradores semi autónomos (o no autónomos): estos se caracterizan por una movilidad limitada, pero tienen una mayor disponibilidad de tiempo de suministro (el aire es suministrado desde una atmósfera no contaminada con o sin la asistencia de un compresor). En este caso, el usuario no transporta la fuente, pero existe una conexión con la fuente de aire limpio (llamada “línea”, que es la vía por donde se transporta el aire suministrado).
Finalmente, los EPR no aseguran una protección frente a un agente químico. Si un EPR es utilizado en forma incorrecta, no se realizan las mantenciones y las inspecciones periódicas, o no se capacita al trabajador en su ajuste y limitaciones, el riesgo de exposición puede ser aumentado, dada la falsa seguridad que puede percibir el trabajador.