Luis Lobos, Presidente electo del Colegio de Expertos en Prevención de Riesgos La capacitación es clave en el desarrollo de una cultura preventiva | | | | | | ¿Cuáles son los focos que trabajará en su gestión? Continuaremos trabajando para fortalecer la cultura preventiva nacional. Para ello, hemos definido relacionarnos con diferentes sectores en los que creemos podemos aportar con nuestro conocimiento, realizar alianzas estratégicas con organismos gubernamentales y privados, así como con empresas. También las instituciones de educación (universidades, institutos profesionales y colegios) estarán en el centro de nuestro trabajo, porque es ahí donde se deben forjar los pilares de la cultura preventiva, de tal manera que cuando ingresen los trabajadores a la vida laboral cuenten con el conocimiento para resguardar su seguridad. ¿Continuará el relacionamiento con el Poder Legislativo en materias de seguridad y salud ocupacional? Luego del accidente de la mina San José, a la directiva anterior del Colegio se le invitó a participar en instancias gubernamentales de desarrollo de prácticas preventivas, donde se aportó con ideas e iniciativas. En este período, queremos mantener esas instancias y ampliarlas a las esferas antes mencionadas, contribuyendo con nuestros conocimientos en el mejoramiento normativo en seguridad laboral. En Prevención de Riesgos, ¿cuál es su diagnóstico de la situación en Chile? Considero que a nivel general, a partir de incidentes ocurridos en el país, como el terremoto de 2010 o el accidente de los mineros, y luego de haber participado en diferentes instancias de intercambio con instituciones, he percibido que se ha ido generando mayor conciencia sobre la materia, aunque falta mucho por hacer. En este sentido, podemos distinguir sectores, como las Pymes, en el que es necesario un mayor trabajo. Lo grave es que, por ley, no hay obligatoriedad para estas empresas de contar con un profesional en prevención de riesgos. Un aspecto positivo es que a nivel gubernamental se ha producido un cambio sustantivo en materias de prevención tanto a nivel normativo como de fiscalización, se está potenciando la constitución de los comités paritarios; no obstante, la asesoría técnica en prevención de riesgos sólo llega a las grandes empresas o a algunos segmentos económicos como la minería. Para contar con resultados aceptables y sostenibles en el tiempo, es necesario crear planes de trabajo para mejorar en forma sistemática la administración de los riesgos tanto en las empresas y los hogares como en la comunidad en general. ¿Qué es necesario cambiar para que el país cuente con menores índices de accidentabilidad? Tal como comenté anteriormente, es necesario focalizar nuestras acciones para generar una cultura preventiva, para que todos los integrantes de la sociedad tomen conciencia de los riesgos a que se exponen en su vida diaria (laboral y personal), conocer las consecuencias que puede acarrear un accidente y, por supuesto, las medidas preventivas que se deben tomar. Para ello, es necesario trabajar en la formación temprana, llevar este conocimiento a lo menos a alumnos de enseñanza básica, donde se va creando el hábito del autocuidado, para que cuando esas personas lleguen a su vida laboral asuman las normas de seguridad de forma natural. También hay que hacerse cargo de las personas que actualmente están entrando en la vida laboral, aquellas que se enfrentan por primera vez a normas que resguardan su seguridad y salud; en este caso, es necesario trabajar constantemente en la formación del capital humano en estas materias. La periodicidad de estas instancias permitirá crear hábitos de autocuidado, logrando trabajadores involucrados con su seguridad. En este sentido, la capacitación es clave en el desarrollo de cultura preventiva, ya que permite que las personas actúen en conciencia. Como país existe una tendencia a bajar los índices de accidentabilidad, pero aún estamos lejos de los niveles de países desarrollados. Otro indicador que ha sido muy difícil de controlar es el de fatalidad: en Chile prácticamente todo los días fallece un trabajador; no hay nada más terrible que perder la vida en el trabajo y dejar a una familia sumida en el dolor. Esto es lo que moviliza a todos los profesionales de la prevención: el sentimiento de responsabilidad en la protección de las personas y las familias que están detrás de ellas. | |