Antonio Sánchez-Bravo.
¿Cómo se inició el control de riesgos en este proyecto?
Durante la fase de estudio y preparación del proyecto, las áreas de Producción y Seguridad comienzan a trabajar de la mano, determinando la secuencia de trabajos, el equipamiento a utilizar y el personal a emplear. Este trabajo conjunto entre ambas áreas es fundamental para que el proyecto se inicie alineado con la política de nuestra empresa.
Es así como, en base a nuestros métodos de ejecución, a los requisitos legales y a los requisitos del cliente, se identifican los riesgos presentes por ciclos de trabajo. Para cada uno de ellos, se determinan los controles a implantar para que sean eliminados, y aquellos que no pudiesen ser eliminados en su origen, sean minimizados en cuanto a su ocurrencia y consecuencias.
En definitiva, se aplica la metodología clásica de identificación de peligros y evaluación de riesgos, basada en la matriz de probabilidad por consecuencia, definiendo qué riesgos son aceptables y cuáles no.
¿Cuáles fueron los principales desafíos en seguridad?
El principal desafío radicaba en trabajar en un entorno urbano. Desarrollar una obra en medio de una gran ciudad, siempre es un hándicap añadido. Hubo que tratar bastante con las asociaciones vecinales y con la municipalidad para encontrar soluciones a las quejas de ruido elevado y al continuo peligro para los transeúntes por el volumen tan grande de vehículos pesados que entraban y salían constantemente de los piques.
Pero, sin duda, el gran desafío que nos encontramos fue cómo sacar toda la marina generada durante la excavación desde el fondo de un pique vertical a 30 m de profundidad, de forma segura y eficiente. La solución adoptada fue la instalación de un sistema de cintas trasportadoras verticales, capaces de subir hasta la superficie la marina de manera continua mediante unos “mini” cangilones y depositarla en una tolva. Con este sistema se evita que existan cargas suspendidas.
¿Qué mecanismos estructurales de seguridad se aplicaron en el proceso constructivo?
Uno de los puntos críticos en la ejecución de túneles y espacios subterráneos está en las fases de excavación y sostenimiento del terreno recién excavado. Ossa postuló al proyecto apostando por realizar la excavación de la frente a sección completa, sin dejar “pechuga” central, y seguidamente la aplicación de concreto proyectado mediante equipo robotizado. De esta forma, se reduce el riesgo para los trabajadores, ya que la presencia de los operarios en las proximidades del terreno es mínima. Para la excavación, se emplean excavadoras con brazo articulado, capaces de abarcar toda la sección del túnel, cargando el material directamente sobre camión.
El concreto proyectado, se dispone en obra mediante el vertido del hormigón en un equipo robotizado, controlado por un operador experimentado a distancia mediante un control remoto, que es proyectado a alta velocidad sobre el terreno, consiguiendo su estabilización y fortificación. En comparación con el método manual, el uso del equipo robotizado consigue mejores rendimientos y acabados, así como una mayor seguridad al eliminar la presencia de los trabajadores bajo el terreno sin fortificación.
¿Qué riesgos para la salud de los trabajadores fueron considerados?
Trabajar en entornos de trabajo subterráneos tiene implícitos una serie de riesgos asociados, siendo estos comunes a otros proyectos donde ya hemos trabajado anteriormente. Una de las principales fuentes de riesgos para la salud de los trabajadores está generada por el empleo de la maquinaria, ya que esta emite ruido y emanación de gases de combustión interna. Y la propia actividad de excavación de suelos, es un foco generador de polvo en suspensión.
Es necesario controlar estos tres factores de riesgo (ruido, polvo y gases tóxicos), implementando controles de carácter técnico y administrativo. Un buen aporte de aire fresco en el interior de los túneles, mediante la instalación de ventilación, reduce y minimiza la acumulación de polvo y gases, unido al uso obligatorio de EPA (como, por ejemplo, equipos de protección auditiva) y controles audiométricos, garantizan que los trabajadores no contraigan enfermedades profesionales derivadas de estos tres factores.
¿Qué riesgos de accidentes consideraron?
Durante la ejecución de un proyecto de excavación y sostenimiento de túneles o espacios subterráneos, se pueden presentar múltiples situaciones de riesgo que deriven en accidentes de trabajo. Conocerlas de antemano es clave para poder hacer una buena labor preventiva. El comportamiento del terreno es una de las piezas clave, ya que los desprendimientos de material excavado o un colapso, es el accidente más grave que se puede producir. Para tener controlado este riesgo, es importante en primer lugar ser fiel al proyecto de ejecución, estar bien alineado con los diferentes pases de excavación y tipos de sostenimientos propuestos. Asimismo, es necesaria una continua observación del comportamiento del terreno durante su excavación, ya que esta trasmite información de cuán estable es. De ahí la importancia de contar con personal experimentado y calificado para ejecutar la tarea en la frente de excavación, capaz de interpretar correctamente “qué dice el terreno” metro a metro. Y eso es algo que solo se consigue con años de experiencia.
¿Qué pasa con los accidentes generados por máquinas?
Bueno, la interacción hombre-máquina en entornos de trabajo reducidos, puede llevarnos a que en algún momento puedan producirse golpes, atropellos, atrapamientos, con consecuencias muy graves en caso de materializarse. Para minimizar este riesgo, la clave radica en orden y planificación. Cada miembro del equipo debe saber cómo, dónde y cuándo trabajar, sin exponerse en la “línea de fuego” de los equipos, segregando áreas de uso exclusivo para determinadas maquinarias.
Como profesional, ¿qué lecciones pudo sacar de este proyecto?
De cada uno de los proyectos en los que he tenido la suerte de trabajar, me llevo nuevos aprendizajes y soluciones en materia de ejecución y seguridad, y luego siempre termino por aplicarlos en otros proyectos de túneles. Ahora bien, cada túnel es en parte diferente y en parte igual que el anterior, por lo que siempre se puede aportar algo de lo aprendido en otros lugares al proyecto en el que actualmente está trabajando.
Aparte de las soluciones de carácter técnico, este proyecto me aportó un modo de aplicar las herramientas de gestión “clásicas”, como las inspecciones de seguridad en terreno. En concreto, desde el principio del proyecto, implantamos en obra unas “caminatas de seguridad” periódicas, en las que participaban la alta gerencia, tanto del contratista como de la asistencia técnica y de nuestro cliente. Estas caminatas de seguridad sirvieron para plasmar, de forma concreta y real, que la Seguridad y Salud Ocupacional es un tema trasversal a toda la organización, que debe emanar desde la alta dirección hacia los trabajadores. De este modo, se logra que los trabajadores y operadores vean cómo los administradores realizan inspecciones e imparten capacitaciones en materia de seguridad, reforzando positivamente el compromiso de todos en Seguridad y Prevención.
Antonio Sánchez-Bravo, será charlista en el workshop “Health & Safety & Logistic in Tunnel Construction”, actividad organizada por el Comité de Túneles y Espacios Subterráneos de Chile (CTESChile) y la Corporación de Desarrollo Tecnológico (CDT), a realizarse los días 15 y 16 de noviembre.