Actualmente, la ley chilena establece que la jornada laboral es de 45 horas máximas a la semana, tiempo que en muchas personas puede provocar estados de cansancio, estrés, e incluso trastornos osteomusculares, los que se producen al romperse el equilibrio y la relación entre las diferentes partes del cuerpo. Para evitar los malestares físicos y psicológicos, se aconseja la implementación de las pausas activas al interior de los grupos de trabajo.
¿Qué son las pausas activas?
Son breves descansos activos que duran entre 10 y 15 minutos, en los que se realizan ejercicios de elongación y estiramiento e incluso, si la empresa lo permite, dinámicas de activación, innovación y/o trabajo en equipo guiados por un profesor de educación física especializado. Además, los colaboradores pueden hacer sus propias pausas activas, para mantener la continuidad, con los movimientos enseñados por el profesor/a en pequeños paréntesis, los que pueden repetirse entre 2 o 3 veces al día y que sirven para recuperar energía, mejorar el desempeño, la eficiencia y el nivel de concentración en el trabajo. Además, son un excelente colaborador y estímulo para aquellos trabajos que implican poco movimiento durante la jornada.
Paulina Hernández, encargada del programa “Vivir Bien” de Sodexo, señala que “aplicar este tipo de iniciativas en las empresas es importante para mejorar el desempeño de los colaboradores, además de que pueden significar el inicio de cambios importantes en los hábitos de las personas y, al mismo tiempo, se están previniendo males como la osteoporosis y la ansiedad”.
Rutina diaria
Durante las pausas se aconseja realizar ejercicios de estiramiento, respiración y fortalecimiento de posturas, todo con el objetivo de reponer energías y sentirse mejor para continuar con el trabajo.
Paulina Hernández comenta que “las principales molestias y cansancios del día se concentran en las zonas del cuello y los hombros, así como también en las piernas, producto de la falta de circulación, generando calambres y dolencias en las pantorrillas. Para evitar este tipo de molestias, se recomienda subir y bajas escaleras durante el día y realizar simples ejercicios. Además, esto se debe considerar una inversión, que según la OIT retorna en 5,75 veces, cuando a programas de promoción de salud se trata”.
Algunos ejercicios
1. Sentado o de pie, incline la cabeza hacia el hombro, estirando lateralmente el cuello y con ayuda de las manos e intentando bajar los hombros. Mantenga mínimo 3 o 5 segundos por lado.
2. Entrelazando las manos por detrás de la cabeza, bajar el cuello hacia el tórax sin mover el tronco. Mantener durante 10 segundos.
3. Llevar el brazo hacia atrás tratando de tocar la espalda, sosteniendo el codo con la otra mano. Mínimo 15 segundos.
4. Encoja sus hombros hacia las orejas. Sostenga por diez segundos. Descanse y repítalo tres veces.
5. Estando de pie, suba la rodilla al pecho. Sosténgala con las manos por diez segundos y cambie de pierna. Repita tres veces en cada lado.