Exequiel Maldonado.
¿Cuándo se adopta formalmente el Programa de Seguridad como una política de empresa?
Si bien los fundadores de la empresa, ambos ingenieros químicos de la UTFSM, tenían una formación personal y profesional muy apegada a las normas y procedimientos -algo que traspasaron a esta organización-, el momento que nos embarcamos en un sistema más formal fue cuando Oxiquim se sumó al Programa de Conducta Responsable de la Asociación Gremial de Industriales Químicos de Chile (Asiquim) iniciado en 1994.
Dicho sistema de gestión contaba con códigos de conducta relacionados con todo el quehacer de la industria química, desde normas de distribución y transporte, seguridad de procesos y de trabajadores, hasta prevención medioambiental, preparación frente a emergencias e interacción con la comunidad.
¿Cuáles son los pilares del Programa de Seguridad de Oxiquim?
Lo primero que toda empresa debe tener claro es conocer cabalmente los riesgos de lo que se lleva a cabo. Por eso, la industria química debe asumir siempre que se trabaja con riesgo permanente y que esto nunca se debe minimizar. En este sentido, los departamentos de RR.HH. deben tener hoy en día la obligación de hacer un reclutamiento adecuado y no solo dedicarse a pagar remuneraciones, pues todo pasa por las personas. Además, nuestra empresa cuenta con un proceso de autoevaluación anual vía Web para cada instalación, que evalúa temas como almacenamiento, transportes, terminales químicos, seguridad, distribución, entre otros.
A partir de eso, cabe destacar que los pilares de nuestro Programa de Conducta Responsable se centran en tres puntos: seguridad de las personas; protección del medioambiente e interacción con la comunidad.
¿Qué factores son los más críticos en la implementación del programa?
En el caso de las personas, el reclutamiento es el primer paso, pero después viene uno igualmente importante: la capacitación. Un plan de seguridad no puede estar exento de un muy buen sistema de capacitación, que debe dividirse en uno general (desde el gerente general hasta el último empleado) con cursos estándar, y otro específico, de acuerdo a cada área productiva. Sin embargo, el éxito de este plan pasa por el seguimiento que lleven a cabo los supervisores correspondientes, especialmente en terreno.
A esto se suma el hecho de que resulta indispensable definir adecuadamente las tareas críticas a supervisar y elaborar también un análisis de riesgo por medio de una matriz MIPER (Identificación de Peligros y Evaluación de Riesgos). Otro elemento a tener en cuenta es la legislación aplicable al plan de seguridad.
¿Qué nivel de compromiso tienen los trabajadores con este programa?
Ese fue un tema que costó mucho implementar dentro de nuestra organización. En el pasado, el rol del prevencionista de riesgo era ser el “niño malo” que se dedicaba a acusar a los empleados frente a la supervisión o jefatura; por ende, se le veía como un cuasi enemigo, Hoy es un guía, un amigo.
Eso cambió cuando se transmitió la cultura del autocuidado, la que desarrollamos incluso desde las entrevistas previas; en ese sentido, es indispensable que el trabajador conozca los riesgos que hay en su trabajo. Es así como hemos logrado generar un compromiso real de cada persona a través de una serie de beneficios económicos y sociales, que los hacen sentir parte integral de la empresa.
Oxiquim hace mucho énfasis en la parte valórica de su gente: por una parte, el respeto al trabajador y, por otra, el cuidarnos a nosotros mismos y al compañero. El compromiso de la compañía pasa por devolver a cada trabajador sano a su casa al fin de la jornada.
¿Qué focos de riesgo para los trabajadores han identificado como “principales”?
En una empresa química existen muchos riesgos pero destacan claramente: generación de incendios, derrames de estanques y fugas de gases. Por ejemplo, en Quintero tenemos estanques de hasta 50 mil m³ de GLP y 15 mil m³ de combustible. Las emisiones de gases tóxicos también son un factor de peligro para los trabajadores y que, además, pueden generar problemas ambientales a la comunidad. En una escala menor, a nivel cotidiano siempre hay posibilidades de que la gente sufra diferentes tipos de quemaduras con productos químicos y vapor. Tampoco podemos descartar las intoxicaciones y los problemas psicosociales que pudiesen sufrir los empleados.
¿Cómo evalúa el apoyo de las mutualidades en el logro de sus objetivos?
Para nuestra empresa, la participación de las mutualidades es indispensable para el éxito del programa. Todo lo que sea capacitación es fundamental, y ellos sin duda aportan mucho.
Paralelamente, cada principio de año elaboramos un plan especial de seguridad junto a la mutual para cada oficina y/o instalación. Por ejemplo, se puede destacar el programa de chequeo médico periódico para prevenir daños crónicos en casos de contacto con productos químicos; también contamos con controles de audiometría para aquellos lugares donde existen más ruidos; y monitoreo de iluminación para todas las oficinas e instalaciones donde se ejecutan actividades.
¿Qué desafíos les quedan por cumplir?
En nuestro terminal marítimo de Quintero se cumplió recientemente un año sin accidentes. El reto es que en todas nuestras oficinas de Iquique a Puerto Montt logren llegar a tener cero accidentes, y que no solo sea por un año. Oxiquim quiere llegar a ser una empresa de excelencia y convertirse en un referente en el tema de prevención de riesgos. Hay que tener claro que la conducta responsable es una ética de actuar en una empresa química. El producto tiene un ciclo de vida y yo soy responsable del ciclo completo, lo que también incluye a quienes no trabajan con nosotros. Por ejemplo, hacer el seguimiento de cada una de las unidades transportadas por las empresas externas es parte de nuestra obligación corporativa; debemos ser responsables subsidiariamente. La idea es siempre tratar de ir más allá de lo que nos exige simplemente la ley.