Reino Unido anunció que en un año se retirará del Tratado sobre la Carta de la Energía (TCE) de 1994, al considerarlo desfasado para cumplir los objetivos de neutralidad de carbono.
Se suma así a un grupo de nueve Estados miembros de la Unión Europea (UE), entre ellos Francia, España y Países Bajos, que se han bajado del acuerdo por suponerlo obsoleto para los tiempos que corren y sus objetivos medioambientales.
Graham Stuart, secretario de Estado para la Seguridad Energética y Carboneutralidad del Reino Unido, Graham Stuart, indicó que el tratado, concebido para proteger las inversiones transfronterizas tras la Guerra Fría, necesita una reforma que parece improbable porque “las conversaciones se han estancado”.
“Seguir formando parte no casaría con nuestra transición hacia una energía más limpia y barata, e incluso podría penalizarnos por nuestros esfuerzos líderes a nivel mundial para lograr un cero neto de emisiones”, dijo Stuart.
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