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Actualmente, el 75% de la producción de electricidad en Francia proviene de la energía nuclear, la cual es administrada por la empresa estatal EDF. Para avanzar en materia de transición energética, el país europeo ahora está impulsando proyectos eólicos marinos.
En 2022, casi la mitad del parque nuclear del país ha cerrado sus instalaciones debido a la corrosión, a las olas de calor del verano o al mantenimiento pospuesto, reduciendo drásticamente la producción eléctrica.
Para recurrir a otras fuentes energéticas, Francia ha puesto en marcha el parque eólico marino Saint-Nazaire, el cual se encuentra totalmente operativo.
Saint-Nazaire es propiedad y está desarrollado por Eolien Maritime France (EMF), un consorcio formado por EDF Renouvelables, Enbridge y el Consejo de Inversión del Plan de Pensiones de Canadá.
El parque eólico de 480 megavatios (MW) cuenta con 80 turbinas GE Haliade 160-6MW fabricadas en Francia, las cuales están situadas a una distancia de entre 12 y 20 kilómetros de la costa del Loira-Atlántico, a profundidades que oscilan entre los 12 y los 25 metros, y despliegan una superficie de unos 78 km2.
Pese a esto, la industria offshore de Francia sigue en sus primeras fases de implementación, con una capacidad acumulada de sólo 2 MW en 2021, según cifras del organismo industrial WindEurope. La misma entidad estima que unos 3,3GW de instalaciones eólicas podrían entrar en funcionamiento de aquí al 2026.
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