AVANZANDO HACIA LA “MINA CONECTADA” Las oportunidades de Latinoamérica en cobre y litio Según la Organización Latinoamericana de la Energía (OLADE), Latinoamérica y el Caribe deberán doblar en los próximos 20 años su producción de cobre y multiplicar por diez la de litio con el objetivo de atender la creciente demanda mundial de estos dos minerales críticos para la transición energética, junto con alcanzar la meta global de cero emisiones netas de carbono para 2050.
Y es que actualmente Chile y Perú concentran el 80% de las reservas de cobre en el continente, seguidos de México, Argentina, Panamá, Brasil, Ecuador y Venezuela. En tanto, Argentina, Chile y Bolivia cuentan con las mayores reservas y recursos de litio en la región, en el conocido “triángulo del litio” que cuenta con cerca de un 60% de las reservas mundiales de este mineral, siendo superiores a las de Estados Unidos, China, Australia, México, Perú, entre otros países.
Ante este positivo escenario, Ricardo Rivera, Big Projects Pursuit Leader de Rockwell Automation, destaca la necesidad de aumentar el desarrollo minero, el cual se debe potenciar en seis veces. “Por ejemplo, el cobre es una gran promesa para Argentina, por lo que tiene gran potencial como productor. De hecho, podría alcanzar el quinto puesto a nivel mundial”, precisa el especialista. Desde la automatización hacia la autonomía Para acompañar y potenciar este boom que se ha generado en torno a los minerales críticos, el ejecutivo releva que la industria está avanzando hacia la mina inteligente, una mina conectada, donde predominan los conceptos de digitalización y autonomía a través de los cuales se potencian los sistemas conectados capaces de mejorar la toma de decisiones en tiempo real, siendo una herramienta de alto valor ante la incertidumbre local y global.
“En cuanto al litio, por ejemplo, es fundamental acompañar a este rubro con tecnologías diseñadas para la sostenibilidad de las operaciones. En este sentido, la extracción de este mineral está cambiando para volverse más sustentable y productiva, por lo que ya hay metodologías de extracción directa que requieren mayor automatización y donde el impacto ambiental es mucho menor”, puntualiza, agregando que el anhelo de la firma es transitar desde la automatización hacia la autonomía con el objetivo de que el sector pueda maximizar tanto su eficiencia como su productividad.
Respecto al concepto de mina conectada, Rivera explica que su potencial debe ir acompañado de cuatro lineamientos principales: empoderar a las personas para que mejoren sus habilidades profesionales; construir resiliencia, es decir, mantener el cumplimiento y la continuidad del negocio; impulsar la sostenibilidad que se traduce en aprovechar los datos para alcanzar las metas impuestas; y finalmente acelerar la transformación a fin de responder rápidamente a los cambios del mercado. Artículo gentileza de Rockwell Automation. |