Más profesionales para nuestro sector tecnológico Por Héctor Henríquez, Director Sectorial de Mantenimiento y Logística de INACAP. Director Tesorero de AIE. El comienzo de los procesos de admisión para las instituciones de Educación Superior suele ir acompañado con múltiples notas respecto de las carreras nuevas que ofrecen los diversos planteles, las opciones de financiamiento y los siempre bienintencionados consejos relativos a que los jóvenes decidan el dónde y el qué estudiar con la mayor información y reflexión posibles.
Como directivo de una institución de Educación Superior Técnico Profesional (ESTP) y como director de un gremio que representa a empresas e instituciones de formación vinculados de la Electricidad, electrónica, automatización y comunicaciones, me gustaría aportar a esta sugerencia: hoy más que nunca, estudiar una carrera tecnológica es una muy buena idea. Y las razones son muchas. ¿Por qué estudiar una carrera tecnológica? En primer lugar, el mundo está experimentando procesos de largo aliento que demandarán enormes cantidades de profesionales y técnicos de disciplinas tecnológicas. Por ejemplo, la digitalización de procesos y acciones cotidianas –que venimos experimentando desde hace una década– se aceleró exponencialmente durante la pandemia y muchos de esos cambios acelerados llegaron para quedarse. La reciente explosión de la Inteligencia Artificial está abriendo nuevas posibilidades que, en algún momento, requerirán capital humano competente, que puede empezar a formarse… a partir de 2024. Para qué hablar de la interacción entre la nube, Internet de las Cosas, ciencia de datos, los sensores cada vez más potentes y la necesidad de velar por la ciberseguridad de todas estas interacciones.
Otro ejemplo es la transición energética y todos los desarrollos tecnológicos en curso para abandonar la dependencia de los combustibles fósiles para pasar a otras formas de generación y consumo energético. Se necesitará instaladores, mantenedores y operadores de los paneles solares o los generadores eólicos, y de las otras fuentes que se irán sumando en el futuro, y que están desarrollándose hoy. En suma, las posibilidades que se abren son muchas; son fascinantes y, lo mejor de todos, tendrán una empleabilidad muy alta.
En segundo lugar, puedes insertarte en una disciplina tecnológica a través de una carrera corta o larga, universitaria o técnico profesional (TP). Junto con la alta empleabilidad que ya mencionamos, las carreras tecnológicas se pueden impartir en ciclos cortos, con programas de dos años impartidos por Centros de Formación Técnica que permiten salir a trabajar de inmediato, donde algunos incluso tienen certificaciones reconocidas por las empresas. Quien quiera, puede continuar con sus estudios -por dos años más- a partir de la carrera técnica para obtener la ingeniería correspondiente, también con más certificaciones. Esto es posible porque, en el caso particular de la formación TP, hay un Marco Nacional de Cualificaciones, donde los diversos sectores, incluidos los tecnológicos (Minería, Mantenimiento, Energía, TI), han identificado las competencias que necesitan y su nivel de desarrollo. Así, la oferta de carreras técnicas y profesionales que se basen en el Marco es capaz de enseñar aquellas cosas que las empresas necesitan. En definitiva, junto con una alta empleabilidad, las carreras tecnológicas ofrecen diversas alternativas y duraciones para formarse.
En tercer lugar, aunque esto interesa más a las mujeres, hace unos días INACAP lanzó su Programa Mujeres STEM, en alianza con el Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género, para incentivar que más jóvenes interesadas en las ciencias, tecnologías ingenierías y matemáticas ingresen a estas carreras para su desarrollo profesional. Lo esencial de este programa será que 100 mujeres beneficiarias del mencionado ministerio tendrán una beca del 100% en 14 carreras STEM de INACAP, mientras que todas las mujeres que ingresen a una de esas 14 carreras tendrán una beca que cubre el 50% del arancel. Esto además irá acompañado con diversas iniciativas a lo largo de su ciclo de vida como estudiantes, para que las matriculadas progresen en sus carreras, se titulen y se inserten exitosamente en los sectores STEM.
Es decir, si eres mujer, existen incentivos importantes para que ingreses a las carreras STEM y apoyo para que egreses y trabajes en lo que estudiaste.
Chile necesita más técnicos y profesionales para el sector tecnológico porque ahí tenemos enormes oportunidades de crecimiento que debemos aprovechar. Desde el subsistema técnico profesional se está trabajando decididamente para estrechar la colaboración con la industria, de modo que la oferta formativa sea más pertinente y actualizada; y también se está colaborando con el Estado para que más mujeres nos ayuden a cerrar las brechas de talento que aún tenemos en el sector. Ahora sólo falta que más jóvenes den el salto y se animen a contribuir al desarrollo de Chile desde las tecnologías. |