Data y desafíos energéticos Por Mariana De Pablo, Directora Ejecutiva de Accenture Chile. Las empresas de servicios públicos tratan de gestionar infraestructuras envejecidas, al tiempo que integran la tecnología más avanzada. Intentan construir una red progresiva y sostenible al tiempo que mantienen la confianza y la confiabilidad. Se enfrentan a un aumento de los costos de explotación y a la caída de los beneficios de los productos básicos. Todo ello, mientras intentan seguir siendo competitivas y relevantes en la actualidad, al tiempo que se reinventan para el futuro.
Pero es posible -y rentable- resolver estos acuciantes problemas dicotómicos. Hacer frente a las nuevas dificultades requiere un nuevo enfoque que empiece por el borde de la red: el punto en el que los hogares y las empresas se conectan a la red eléctrica.
Es un territorio (relativamente) nuevo para muchas empresas de servicios públicos que tradicionalmente se han centrado en la infraestructura que suministra energía a esos puntos de conexión, pero está repleto de puntos físicos y digitales que pueden revelar información clave.
Los medidores inteligentes, el software y las herramientas de análisis que se encuentran en el extremo de la red ofrecen una información muy valiosa sobre la demanda de energía de los edificios y los clientes. Y la buena noticia es que estos dispositivos y plataformas son cada vez más inteligentes. Eso significa que es posible obtener una visión casi en tiempo real de las demandas de los clientes, reconocer los hábitos y patrones de uso, y comprender realmente la salud de todo el sistema energético.
Con la incorporación de más energías renovables y conexiones cada día, este nivel de conocimiento es ahora esencial para las empresas de servicios públicos que intentan hacerse cargo de la transición energética.
Pero no se trata solo de conectarse a una plataforma existente. La “Inteligencia por Capas” -información en tiempo real y basada en datos sobre el rendimiento de la red hasta el límite- no consiste únicamente en dotar a los dispositivos del límite de capacidades similares a las de un computador. Aprovechar al máximo este potente potencial -y hacer frente a los dos retos mencionados- significa conseguir que todos los niveles de datos sean correctos. Los cuatro tipos de data Uno de los retos a la hora de aprovechar la Inteligencia por Capas es comprender las diferentes fuentes de datos que hay que tener en cuenta y los diferentes plazos en los que ofrecen información. Algunas fuentes de datos ofrecen una visión instantánea que hace posible el ajuste en tiempo real, mientras que otras se analizan mejor a lo largo del tiempo, ya que revelan el impacto de las tendencias en curso, influenciadas históricamente.
Hay principalmente cuatro tipos de data. Primero, la data Edge; se trata de datos recogidos desde el borde que proporcionan una visión de los eventos clave, la seguridad y el consumo general. También permite la comunicación entre dispositivos. Segundo, los datos de la subestación; los dispositivos colocados estratégicamente pueden proporcionar datos sobre el rendimiento de los sistemas de transmisión y distribución. Tercero, la data interna: la información sobre los clientes, sus hábitos de uso, sus activos y el público al que pertenecen puede influir en el marketing, la comunicación y la facturación. Y, finalmente, la data externa.
Aunque estas capas de inteligencia son valiosas por sí mismas, su verdadero valor se materializa cuando hay comunicación entre ellas. Históricamente, esto solamente ha ocurrido dentro de las capas de la empresa y la subestación. Sin embargo, los dispositivos de la periferia pueden compartir esos datos con los sistemas de la empresa o con terceros proveedores casi en tiempo real.
Al combinar las fuentes de datos, las empresas de servicios públicos pueden aprovechar la información para gestionar las operaciones a corto plazo y ayudarles a repensar y gestionar proactivamente las operaciones a largo plazo.
Entonces, ¿cómo pueden las empresas de utilities llegar a este punto? Adoptar un enfoque por capas empodera a las empresas de servicios públicos de varias maneras, pero para llegar al punto en el que puedan desbloquear ese valor, necesitan entender lo que es posible y priorizar los casos de uso en función de lo que esperan conseguir. Así también, es clave modelar los posibles resultados y construir un caso de negocio (comenzando con los casos de uso que son acumulativos para su negocio) para entender cómo podrían ofrecer beneficios a los clientes y/o a las operaciones.
Luego, es necesario comprender los datos necesarios y cómo procesarlos: por ejemplo, qué puede procesarse en el borde y qué debe procesar un proveedor externo, o incluso la propia empresa de servicios públicos. A continuación, probar los casos de uso en una prueba piloto, y luego ampliarlos con el tiempo en función de los beneficios que pueda aportar el programa. Al igual que este enfoque puede ayudar a resolver los retos de hoy y de mañana, también puede generar beneficios para los clientes y la propia red (dependiendo del caso de uso).
Hoy las empresas de utilities tienen una gran oportunidad en la data. El secreto está en saber cómo usarla. |