La transición energética lo ha cambiado todo. A medida que los límites entre las industrias desaparecen, las empresas de servicios públicos tratan de enfrentar el reto que generan los progresos en este sentido y están impulsando el liderazgo hacia la energía neta cero. Por primera vez, los consumidores, inversores y legisladores han comenzado a plantearse la necesidad de tener soluciones sostenibles, seguras y fiables para conseguir bajas emisiones.

Ahora que la electricidad ocupa un lugar central en los nuevos modelos energéticos, este es el mejor momento para que este sector avance hacia la transición y alcance otro nivel, sobre todo al considerar los resultados del estudio de Accenture, Techology Vision 2021. Según este informe, solo 30% de las empresas chilenas de Utilities aceleró su transformación digital producto de la pandemia, por lo que el sector se encuentra entre los menos avanzados a nivel mundial en este aspecto.

Sin embargo, el reporte muestra también que la industria nacional de Utilities busca avanzar y está apostando fuertemente por las nuevas tecnologías en los próximos meses. De esa forma, 40% espera escalar gemelos digitales este año, mientras 30%, Data Analytics e Internet de las Cosas (IoT). Esta es una muy buena noticia, porque escalar significa que las empresas esperan desarrollar estas tecnologías a nivel de todo el negocio y no en silos o para proyectos específicos, lo que también implica que hay una alta adopción de estas actualmente en la industria local.

¿Hacia dónde avanzar?

Si bien la electricidad puede llegar a cumplir y superar muchos de los obstáculos que pueden aparecer en el camino hacia un mundo con bajas emisiones, se crea una presión aún mayor para el sector público. Los plazos para esos cambios se avecinan y tanto los gobiernos como los líderes empresariales han recurrido a quienes son los proveedores de estos servicios públicos, para obtener las ofertas digitales que necesitan.

En este contexto, es muy importante que la industria se enfoque en las energías renovables a escala y en el despliegue e integración de nuevas tecnologías que aporten a la baja de emisiones, para que el consumidor final desempeñe un papel aún más activo. Estos cambios están avanzando con mayor velocidad que nunca y, por eso, las empresas de servicios públicos deben supervisar y modernizar la red, avanzar hacia organizaciones “data-driven” y la generación descentralizada.

Hoy es el momento de avanzar hacia una digitalización generalizada en la industria, no solo para que se pueda permitir el cambio energético basado en datos y así reducir costos, sino que también para responder a las necesidades de los clientes y atraer inversiones. Las empresas de servicios públicos tendrán que combinar su evolución digital con foco en la sostenibilidad. La electrificación generalizada pareciera ser parte fundamental para las respuestas a los temas planteados por la transición. Con una combinación energética adecuada, la electrificación puede impulsar la descarbonización mirando hacia el año 2030, fecha importante hacia las emisiones cero.