En el ámbito de la construcción de proyectos ERNC, la identificación de los proveedores, tanto de equipos como de servicios, es clave para el éxito en el cumplimiento de los compromisos que adquirimos los EPCistas en estos contratos.

En la mayoría de los países, incluido Chile, el contexto que vivimos es de especialización: cada vez más el mercado exige a los EPCistas especialización en servicios de construcción y también de ingeniería. Esto hace que la experiencia de nuestras empresas en la construcción de proyectos de Energías Renovables sea clave, porque somos nosotros quienes valoramos cuáles son las soluciones de ingeniería más eficientes a la hora de ejecutar un proyecto.

Muchas veces el cliente elabora una ingeniería de detalle basada en análisis de, por ejemplo, estudios geotécnicos o ingeniería eléctrica, que son de alguna manera teóricos y que, al momento de implementarlos, no resultan ser los más eficientes; de ahí la necesidad de que existan compañías EPCistas con mucha experiencia para encontrar las soluciones más eficientes en servicios de construcción.

Un EPCista acude al mercado a buscar compañías que provean servicios, en ocasiones de construcción de obra civil, o que proveen mano de obra para la ejecución de algunos de los apartados de la misma. Entonces, para identificar a los partners adecuados, lo principal es conocer su experiencia y constatar su capacidad financiera, porque es muy difícil encontrar proveedores que tengan suficiente conocimiento de los contratos de construcción y que, a su vez, tengan experiencia en el manejo de los flujos de caja a la hora de acompañar al EPCista en todo el proceso de construcción.

No puedo destacar lo relevante que resulta ser la solidez financiera del proveedor elegido, porque los EPCistas normalmente suscribimos un contrato “Back to Back” con los proveedores, acuerdo que, a su vez, refleja las posibles penalizaciones que tenemos aguas arriba con nuestros clientes.

En definitiva, lo más importante es la experiencia en la construcción; a continuación, la solidez financiera, y en tercer lugar (mas, no por ello menos importante), los indicadores de seguridad de estos proveedores, y hasta dónde son capaces de estar en condiciones de cumplir con los elevados estándares en esta materia que hoy día demanda el mercado.