Benjamín Rodríguez.

El número de empresas que realiza actualmente la medición y verificación (M&V, del inglés “Measurement and Verification”) de ahorros en sus proyectos energéticos implementados, así como la cantidad de profesionales especialistas en el tema, está en crecimiento. Sin embargo, este mercado aún no se encuentra plenamente desarrollado; en términos generales, la industria todavía no le encuentra valor a invertir en este tipo de procedimientos, sin tomar en cuenta que es un proceso imprescindible para determinar el éxito de un proyecto de eficiencia energética, y en particular, en la implementación de proyectos ESCO (Energy Efficiency Companies). Junto con lo anterior, la medición y verificación, además, es una herramienta práctica que ayuda a detectar y reducir problemas de operación y mantenimiento de una instalación.

El modelo ESCO propone establecer un contrato de desempeño energético, en el cual se establece un acuerdo entre la empresa ESCO y el cliente. En este contrato se estipula la forma en la que se compartirán -a lo largo del contrato- los ahorros y la inversión vinculados a la implementación de un proyecto de eficiencia energética. Este tipo de contratos se respalda en protocolos de medición y verificación de ahorros y reportes de ahorros, los que establecen la metodología que permitirá cuantificar y reportar dichos ahorros.

El proceso M&V se utiliza para determinar de manera confiable y transparente las eficiencias de energía generadas a partir de la implementación de uno o más proyectos energéticos. Los ahorros producidos por un proyecto de eficiencia energética no se pueden medir directamente, ya que estos representan la ausencia del consumo de energía. No obstante, se pueden determinar comparando el consumo antes y después de la implementación de las medidas de eficiencia energética, junto con realizar los ajustes necesarios de acuerdo a la variación de las condiciones iniciales.

Una de las metodologías más reconocidas a nivel nacional e internacional es el IPMVP (International Performance Measurement and Verification Protocol), el que está asociado a la certificación internacional CMVP (Certified Measurement and Verification Professional) y que ha sido impartida por la AChEE en numerosas ocasiones.

Para otorgarle objetividad y transparencia al proceso de M&V, se recomienda que la determinación de ahorros sea realizada por una tercera parte independiente; de ahí la necesidad de contar con especialistas certificados.

Si bien el objetivo principal de la medición y verificación es cuantificar de forma precisa el ahorro de energía real generado, también produce otros beneficios, entre los que se pueden nombrar:

• Respalda los resultados de inversiones en eficiencia energética.

• Provee una línea base para realizar el pago en contratos de desempeño energético.

• Contabiliza la reducción de emisiones de GEI.

• Ayuda a detectar y reducir problemas operativos y de mantenimiento, siendo esta última particularmente importante para la industria.

Siguiendo esta misma línea, es relevante considerar los costos de operación y mantenimiento dentro de los costos del proyecto de eficiencia energética, dados los innumerables imponderables que pueden ocurrir en la industria, afectando directamente los ahorros comprometidos en un proyecto de este tipo. De esta forma, se garantiza que el proyecto funcione de acuerdo a sus características de diseño. Asimismo, se asegura que el proyecto cumpla con la vida útil proyectada y, de este modo, continúe no solo cumpliendo con los ahorros pactados de manera contractual, sino que siga generando ahorros al cliente una vez que el contrato finalice.

La Agencia Chilena de Eficiencia Energética cuenta con amplia experiencia en la aplicación de esta metodología tanto en proyectos industriales como en edificios públicos, destacando en especial los proyectos de eficiencia energética en hospitales, a los que se les ha realizado seguimiento a los ahorros proyectados por las empresas contratistas por más de un año, demostrando ahorros de 30 GWh.

Hoy en día, la agencia está trabajando en una certificación estandarizada basada en protocolos internacionales de M&V, así como en la experiencia recabada en estos años de trabajo. El objetivo de esta herramienta es estandarizar, agilizar y masificar la medición y verificación de ahorros.