Josefa Gutiérrez,
Gerente Técnico de Schwager Biogás.
El biogás es un gas combustible que se genera en medios naturales a partir de desechos biológicos, por las reacciones de biodegradación de la materia orgánica, mediante la acción de microorganismos y otros factores en ambientes anaerobios (en ausencia de oxígeno). La producción de biogás por digestión anaerobia es un modo considerado útil para tratar residuos biodegradables, ya que produce un combustible con valor económico.
Así lo entiende la empresa Schwager Biogás -del Grupo de Empresas Schwager Mining & Energy- que, a través de la filial L&E (Lácteos y Energía), opera dos plantas propias en Purranque y Puerto Octay, y una tercera en copropiedad en la ciudad de Osorno. En este sentido, desarrolla soluciones energéticas y ambientales, a través de sistemas de generación de biogás, para el mercado de alimentos por medio del tratamiento del suero de las queserías y de residuos líquidos de la industria láctea.
“Tenemos como fundamento el compromiso medioambiental sustentable a través de la revalorización del residuo, permitiendo maximizar los aprovechamientos energéticos provenientes de la operación de las plantas”, explica Josefa Gutiérrez, Gerente Técnico de Schwager Biogás y responsable de implementar estas unidades productivas para su compañía hace más de cinco años. Con el inicio de producción de Energía Osorno con biogás, en el verano de 2015, el potencial de tratamiento de las tres plantas sería de entre 15.697.920 y 17.379.840 Mcal/año.
Medición de metano
Según la especialista, el diseño de las plantas cuenta con cuatro áreas fundamentales: la zona de digestión anaerobia, la antorcha como dispositivo de seguridad, el reactor donde se acopia el biogás (domo) y los flujómetros para medición de flujos tanto líquidos como gasificados en la línea de salida. Las plantas de Purranque y Osorno cuentan con el medidor de flujo para biogás Prosonic Flow B 200 de Endress+Hauser.
“Incorporamos este sensor porque el anterior no ofrecía la exactitud necesaria (±1.5% de valor leído). Endress+Hauser nos entregó la trazabilidad que buscábamos con valores de flujo totalizado de condiciones de proceso tales como baja presión, humedad y variabilidad de la composición del gas, entre otras”, dice la ejecutiva.
Sin embargo, los beneficios no quedaron ahí. “Nuestro biogás tiene un contenido de metano estándar de 65-75%. Con el flujómetro actual, además de la medición de flujo de biogás, comenzamos a medir el contenido de metano en línea, lo que es importante ya que si baja en forma sostenida se podría estar produciendo una fuga de biomasa. Estos valores los contrastamos con muestras de laboratorio de análisis de biogás que encargamos a diferentes universidades. El dato que nos proporciona el flujómetro E+H coincide con los valores que esperamos, en laboratorio y en nuestra propia operación”, declara Josefa Gutiérrez.
La medición de metano es posible de obtener gracias a la medición de velocidad del sonido ultraprecisa y un sensor de temperatura integrado.
Otras ventajas
Respecto a economías de escala que es posible conseguir con esta instrumentación, Schwager Biogás las sitúa justamente en los costos de análisis de laboratorio, así como en la etapa de puesta en marcha, que es crítica en cuanto a recursos económicos y cumplimiento de plazos de ejecución. “El equipo nos proporciona grandes beneficios en ese sentido”, explica.
Gracias a la tecnología del sensor, gases sucios y húmedos pueden ser medidos con el Prosonic Flow B 200 con una alta precisión, aun bajo condiciones de procesos altamente fluctuantes. La medición es independiente de la composición del gas y aun posible en presiones muy bajas del mismo. Respecto al uso de los dispositivos, la profesional señala que son fáciles de manipular y amigables con el operador. “Nos ayudó un software de simulación en Santiago que entregó soporte a la puesta en marcha en terreno. Eso funcionó perfecto”, añade.
Biogás en el futuro
“En la actualidad nuestro negocio es de puertas abiertas a la comunidad. Cualquier institución puede acercarse a ver cómo funcionamos; la idea es socializar todo lo que hemos hecho. Cumplimos con la norma ambiental a cabalidad y generamos un aporte energético importante. En estos momentos estamos abocados a la industria láctea, pero la actividad es perfectamente exportable a cualquier actividad que tenga descargas orgánicas de cualquier tipo, líquidas o sólidas”, manifiesta la profesional.
“Nuestro valor agregado es el monitoreo remoto, brindando eficiencia y productividad a nuestros actuales y futuros clientes”, agrega.
Respecto a esto último, cabe destacar las inversiones de Schwager Biogás en tecnologías de la información. Es así como en sus oficinas principales de Ciudad Empresarial opera un moderno sistema de control para el monitoreo a distancia del funcionamiento completo de las plantas.
