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MONITOREO Y CONTROL DE AGUA
Lo que las industrias deben
considerar al momento de procesar sus líquidos
Por Equipo de Prensa Revista ElectroIndustria
Según datos de la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA) respecto al autocontrol en el marco de las normas de emisión de descarga de residuos líquidos, un 44% de las empresas excedieron el límite normativo en 2013. A nivel de industrias, los incumplimientos más frecuentes se presentaron en instalaciones fabriles, acuicultura y el área forestal y agropecuaria. ¿Qué pasa actualmente con el manejo, control y supervisión de los líquidos que procesan las industrias? En este reportaje revisamos los principales problemas, parámetros a considerar y desafíos en esta materia.

Los sectores industriales que potencialmente generan más problemas al medioambiente y (directa o indirectamente) a la salud, son la minería y la agricultura. De acuerdo a los expertos, los procesos de extracción de minerales requieren el uso de agua, la que se pone en contacto con los minerales extraídos, y si no es tratada adecuadamente antes de verterla al medioambiente exterior, lleva contaminantes disueltos o en suspensión. Asimismo, el material sólido de desecho, que generalmente es acumulado en la superficie del terreno, si no es propiamente dispuesto y se lo expone a lluvias o corrientes de agua superficiales cercanas, es lavado por el agua de la lluvia y los contaminantes son disueltos o arrastrados por el agua.

“En general, la existencia de metales pesados en el agua proveniente de industrias mineras es potencialmente uno de los peligros más dañinos para la salud humana y de otros seres vivientes”, asegura Vladimir Alarcón, profesor de la Escuela de Obras Civiles de la Universidad Diego Portales (UDP).

El académico indica que la contaminación causada por actividades relacionadas con la agricultura proviene de fertilizantes, herbicidas, pesticidas, u otros productos bioquímicos. “Si se examina el Informe de Sanciones de la Superintendencia de Servicios Sanitarios (SISS) a establecimientos industriales de 2013, las industrias más sancionadas son matanza de ganado; preparación y conservación de carne; fabricación de productos lácteos; envasado y conservación de frutas y legumbres; cría y elaboración de pescado; crustáceos y otros productos marinos; y varias otras industrias relacionadas con alimentos”, enumera.


Decretos y normas

Según Gabriel Zamorano, Jefe de la Unidad Ambiental de la Superintendencia de Servicios Sanitarios (SISS), en cuanto al DS MOP 609/98 que regula las descargas de riles al alcantarillado, los incumplimientos no se concentran en un sector industrial específico. “La SISS solo tiene competencia respecto de los riles que se descargan al alcantarillado, en consideración que los mayores volúmenes que se descargan directamente a cursos superficiales y al mar son competencia de la SMA”, agrega.

Zamorano añade que esta norma está en proceso de revisión y que los cambios propuestos apuntan a mejorar la coherencia con el DS90 y otros aspectos del DS609, entre ellos el monitoreo.

Durante los últimos 15 años, la gran y mediana industria han ido implementado tecnologías y medidas para mejorar la gestión del agua cumpliendo con la regulación de los DS 90, DS 609 y DS 46, asegura Raimundo Bordagorry, investigador del Centro de Energía y Desarrollo Sustentable UDP. “Sectores industriales más informales, tales como talleres mecánicos, maestranzas, agricultura, pequeña minería y construcción, deben todavía mejorar mucho sus prácticas respecto del uso del agua”, señala.


Variables analizadas

De acuerdo a Cristian Franz, Superintendente del Medio Ambiente, en el caso del DS 90, que regula la emisión de residuos líquidos a aguas superficiales, existen aproximadamente 36 parámetros que se analizan cuando una empresa solicita el pronunciamiento de la SMA para determinar si califica como Fuente Emisora y estará sujeto al cumplimiento de la norma de emisión.

La calificación se realiza en base al análisis de estos parámetros desde una muestra de sus riles crudos (antes de cualquier tratamiento). Luego, sobre dichos resultados, se determinan los parámetros característicos de la descarga y, por ende, los ítems que se controlarán regularmente, que no necesariamente serán los 36 existentes en la norma de emisión.

“Esto es variable según el sector productivo y el proceso específico que genera la corriente de residuos líquidos. En este sentido, mientras que en el sector minero se controlan mayoritariamente metales, en el agrícola se supervisan típicamente parámetros orgánicos”, explica el funcionario gubernamental.

De acuerdo a Zamorano, los parámetros que más se repiten son la demanda bioquímica de oxígeno (DBO), los sólidos suspendidos, el nitrógeno, el fósforo, los aceites y grasas y el poder espumógeno. A estos se suman variables como caudales, DQO, DBO5, PH, T°, aceites e hidrocarburos, patógenos y metales pesados.

Alarcón enfatiza que el agua proveniente de la industria minera debería controlarse en concentraciones de metales pesados (arsénico, cobalto, cobre, cadmio, plomo, plata y zinc), señalando que “estos tienen diferentes estados de oxidación y su toxicidad depende de ello. Además, también se debe monitorear la acidez o alcalinidad del agua, la existencia de fugas de cianuro y ácido sulfúrico y cuantificar sedimentos”.


Monitoreo y control

En la implementación del monitoreo, lo primero a considerar son los requisitos normativos. La Norma Chilena 411 establece los requisitos del muestreo de aguas residuales y existe un manual de aplicación que está disponible en el sitio web de la SISS.

También debe considerarse el DS609, que establece las frecuencias de monitoreo a considerar. En general, se trabaja con muestreadores automáticos, los que requieren de un punto de muestreo apropiado que permita medir simultáneamente el caudal. “Esto es importante, ya que la normativa exige la realización de muestras compuestas, que se forman con submuestras o alícuotas cuyo volumen es proporcional al caudal al momento de cada submuestra”, señala Zamorano.

Otro aspecto a tener en consideración es la duración de la descarga y tomar la muestra en un momento en que se generan las mayores descargas en términos de su potencial contaminante. “Un programa de monitoreo debería ser continuo, frecuente, basado en normas y regulaciones claras, e implementado por una entidad con la debida autoridad y suficientes recursos (humanos, tecnológicos, y legales) para hacer cumplir esas regulaciones y normas”, afirma Alarcón.

Según Franz, se requiere como mínimo que el sistema de tratamiento permita que los niveles del contaminante abatido se encuentren por debajo de los límites establecidos en las normas de emisión.“En este contexto, se deberá tener en consideración las características físico-químicas del agua a tratar, las condiciones climáticas del sector, el espacio físico disponible para instalar el sistema de tratamiento y la variabilidad de las condiciones de operación (caudal y carga contaminante), entre otros aspectos”.


¿Cómo mejorar la legislación?

De acuerdo a Bordagorry, la legislación actual es insuficiente y no garantiza la calidad del agua. Hay una diversidad de contaminantes emergentes tales como antibióticos, hormonas, micro plástico, que no se monitorean. “Se debe avanzar en desnitrificar los acuíferos contaminados con altos niveles de nitrógeno y en disminuir los niveles máximos que establecen los DS para distintos contaminantes”, afirma. “Hay que tener cuerpos legislativos específicos por cuenca que permitan gestionar sustentablemente el agua”.

La SMA, que fiscaliza el cumplimiento de la normativa existente, no participa en la redacción de ella. Sin embargo, de acuerdo a la experiencia acumulada en estos últimos años, señala Franz, es posible detectar algunas deficiencias, como la carencia de regulación para el riego con aguas provenientes de procesos productivos y la dificultad para identificar y caracterizar a la comunidad regulada.

“Para solucionar esto, se debiese trabajar en la vinculación de las normativas con los trámites administrativos sectoriales, para identificar así en dichas instancias potenciales fuentes reguladas”, concluye.


Hablan los proveedores: ¿Qué buscan los clientes?

En el mundo del monitoreo y control del agua, existen diversas aplicaciones y requerimientos, pero con el avance de la tecnología, algunas tendencias tienden a popularizarse. Según Fabrizio Venturini, Product Manager de Análisis de Endress+Hauser, respecto al monitoreo de aguas ambientales, la tendencia en el sector industrial es realizar mediciones en las aguas superficiales y subterráneas en los alrededores de su operación para verificar que su operación no afecta al entorno. “Por ejemplo, en la Minería, las aplicaciones pueden ser la medición de pH, tanto aguas arriba y aguas abajo en ríos (para confirmar que las operaciones mineras no afectan el entorno), como subterránea (para garantizar que las pilas de lixiviación no contaminan las napas subterráneas)”, afirma.

En el control de aguas, el ejecutivo explica que anteriormente solo se medía oxígeno en las plantas depuradoras de aguas servidas y tratamiento de riles, mientras que hoy en día se miden también las cantidades de amonio y nitrato en línea, para optimizar el proceso de aireación. “En la potabilización de agua, en cambio, se usan estaciones de control de agua potable, agregando sensores de turbiedad, pH y cloro libre en las proximidades de los puntos de consumo. Por ejemplo, en zonas como campamentos, se instalan estas estaciones en las proximidades de casinos y baños”, agrega. En tanto, Jorge Nagashiro, Ingeniero Especialista Unidad de Negocios de Aguas de ABB en Chile, destaca la importancia de la eficiencia energética en los procesos en el ciclo del agua, especialmente en la minería. “En particular, para estaciones de bombeo de alto rendimiento, los proveedores deben tener un conocimiento tecnológico de la materia, un dominio integral acerca de cómo funcionan estos sistemas y la experiencia en la implementación de los mismos. De este modo, se puede instalar una planta capaz de garantizar un consumo específico de energía”, añade.

De igual modo, Iván Villegas, Gerente de Automatización de la División Minería de ABB en Chile, sostiene que es muy valorado el poder contar con un gran sistema de aguas integrado en una plataforma de control que les permita tener completa visibilidad del proceso. “También solicitan incluir plataformas de simulación que permiten poder ver la dinámica del proceso antes de la puesta en marcha de un proyecto, disminuyendo el tiempo estimado para esta. Una segunda derivada es utilizar esta misma plataforma para el entrenamiento del personal y validar futuras optimizaciones del proceso”, comenta.

Por su parte, Robert Iturrieta, Product Manager Instrumentación Analítica de Soltex, indica que una de las tendencias en instrumentación analítica es la incorporación de la tecnología digital, que permiten hacer diagnósticos avanzados del sensor. “Estos dispositivos incorporan microprocesadores que procesan las señales digitales que se envían al transmisor, lo que resulta no solo en una mayor precisión de la variable, sino que también recopilan información que permitirá saber cuándo calibrar o limpiar el sensor”, asegura.

Entre las características más requeridas, los entrevistados coincidieron en señalar que la confiabilidad de las mediciones y una fácil mantención se repiten frecuentemente.
Marzo 2015
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