Sebastián Pizarro

Antes de analizar este nuevo marco legal, debemos entender que las principales explicaciones de los altos costos marginales observados estos últimos años -que solo se registran en el SIC- es la fuerte sequía de los últimos seis años. Lo anterior se puede comprobar al observar los costos marginales de los primeros quince días de agosto de 2014, que a raíz de las últimas precipitaciones y aun siendo un año semi-seco, han permitido que los costos marginales en la zona de Santiago bajen a 60US$/MWh, desde los 200US$/MWh promedio en que se mantuvieron durante el mes de julio de 2014.

Sin embargo, ya se anunció a los consumidores que los precios de la luz subirán entre un 4% y un 8% a partir del último trimestre de 2014. Esto se explica en parte por la creciente dificultad en el desarrollo e incorporación de nuevos proyectos de generación de base y transmisión al sistema, lo cual mantiene prácticamente estancado el sector.

Hace 10 años el mercado eléctrico contaba con unas pocas empresas generadoras que abastecían el consumo de nuestro país, mostrando una gran concentración y, en consecuencia, una competencia limitada. Sin embargo, durante los últimos años, y luego de diversos cambios regulatorios e incentivos introducidos por la autoridad, se propició la entrada de nuevos actores al segmento de generación, disminuyendo paulatinamente la concentración y aumentando la competencia del mercado eléctrico nacional.

Hoy nos enfrentamos a un nuevo desafío como sociedad, que tiene relación con la matriz de generación que pretendemos desarrollar. Lo anterior ha traído como consecuencia la necesidad de la sociedad de participar con mayor fuerza en este tema país, manifestándose en contra de los proyectos de generación, ya sea en el campo de la tramitación de los permisos ambientales, en el aspecto judicial y en las calles.

Para GPM AG es básico que existan reglas claras y estables en el tiempo que permitan realizar las inversiones, que siempre son a muy largo plazo, y se entienda la realidad de los nuevos competidores. En junio pasado la Asociación entregó a la autoridad un documento de análisis de los problemas actuales del mercado y propuestas concretas al sistema de licitaciones de clientes regulados. Sin embargo, en el proyecto de ley que hoy se discute en el Senado poco o nada hay de esta propuesta.

Los aspectos más perjudiciales de la propuesta que plantea el gobierno son el mecanismo de asignación forzosa de suministro a clientes sin contrato, a precios fijados por la autoridad; el nuevo límite para clientes libres o no regulados de 2 MW a 10 MW, y los bloques de licitación distribuidos por todo Chile. Con las regulaciones que se quieren implementar se hace imposible que se genere más competencia. Por una parte, la autoridad quiere incentivar la competencia, pero, por otra, incorpora en el proyecto de ley nuevas incertidumbres al mercado de generación eléctrica. Asimismo, y específicamente en lo que nos atañe como pequeños y medianos generadores, no se está tomando en cuenta la realidad bajo la que desarrollamos nuestra actividad. Los generadores de este segmento no cuentan con estructuras organizacionales muy sofisticadas y están orientados casi en su totalidad a la operación de las plantas. Tampoco poseen varias centrales situadas a lo largo del país y usualmente son monoproductores, por lo tanto, no tienen diversificada la matriz de generación, ya sea geográfica o tecnológicamente. Y esta condición la tendrá cualquier nuevo inversionista por muy grande que sea.

Respecto de la asignación forzosa de contratos de distribuidoras, es importante recordar que la generación de energía eléctrica es un mercado libre y no regulado como los segmentos de transmisión y distribución. Por lo tanto, no podemos dejar de expresar nuestra gran preocupación respecto de la asignación forzosa de contratos a las distribuidoras.

Esto es claramente una expropiación del legítimo derecho que tiene un generador a vender su energía. Frente al nuevo límite para clientes libres, la propuesta actual establece que todo cliente libre (principalmente empresas, cuya potencia conectada es superior a 2.000 kW) que tenga una potencia instalada inferior o igual a 10 MW podrá optar por abastecerse por medio de una distribuidora a precios regulados, pudiendo caber en esta categoría grandes clientes industriales de diversos rubros. La medida parece simple y sin mayores impactos. Sin embargo, apunta directamente en contra de mejorar la competencia, ya que el mercado de clientes regulados solo se puede abastecer a través de las licitaciones en las cuales hoy, aun con las modificaciones, a nuestro segmento le es imposible participar.

Si lo anterior se concreta, a los pequeños y medianos generadores les queda la opción del mercado spot, con altos riesgos de variaciones, o vender a los grandes generadores para limitar el riesgo de transmisión, con lo cual se concentra aún más el mercado. La Asociación estima que de la generación total en el SIC, los clientes regulados pasarán a representar el 80% del mercado en el corto y mediano plazo. En otras palabras, los bloques a incorporar en futuras licitaciones serán sustancialmente mayores.

Para GPM AG, los aspectos señalados anteriormente impactarán negativamente en el desarrollo de proyectos y en la entrada de nuevos actores, al contrario de lo que se pretende, al menos en el papel del proyecto.