PACIFIC CHEMICAL
Automatiza sistemas lavadores de gases en minería con tecnología de Endress+Hauser | | | | |  | | Dr. Miguel Mardones, Gerente General de Pacific Chemical; Elson Millanir, Ventas de Endress+Hauser Chile. | Pacific Chemical inició su actividad en 1996 con el desarrollo de soluciones para el reciclaje de metales nobles a partir de residuos y en la última década ha explorado con éxito el diseño y fabricación de sistemas de extracción y lavado de gases y polvos, scrubbers, para la minería, particularmente en plantas de flotación de molibdeno, donde se requiere medir y controlar sustancias gaseosas asociadas a reacciones químicas. Una de ellas es el gas sulfhídrico, el que se genera por un sistema anaeróbico en el cual hay bacterias que transforman sulfato en gas. En plantas concentradoras, según explicó el Dr. Miguel Mardones, Gerente General de Pacific Chemical, se utiliza un reactivo depresante (sulfhidrato de sodio), denominado NaSH, que permite separar el sulfuro de cobre del sulfuro de molibdeno. El primero se va al fondo de la celda y el segundo flota y sale a la superficie. "Hemos visto algunas plantas que operan con un pH del orden de 7, lo que permite una mejor selectividad y recuperación de la molibdenita, superior en 10% si se compara con instalaciones que no poseen lavadores de gases y que operan con pH altos", declaró. Sin embargo, en esa condición el sulfhidrato se transforma en sulfuro de hidrógeno (gas), el que se desprende de la pulpa y sale a la atmósfera. "Lo que han hecho las mineras es encapsular las celdas de flotación, pero como hay un exceso de gas que necesita salir, para controlarlo requieren utilizar lavadores de gases. Finalmente, el exceso de sulfhídrico es captado por un sistema de absorción de gas sulfhídrico con lo cual se obtiene nuevamente NaSH en un porcentaje importante, el que retorna al sistema, transformándose en una solución muy rentable para las empresas. A eso hay que adicionar una componente de sustentabilidad del negocio, donde la manipulación del reactivo resulta inocua para el operador", indicó.
La tendencia hacia la automatización
Los scrubbers deben ensamblarse y probarse para evaluar su desempeño de acuerdo a los criterios de diseño con los cuales fueron fabricados. Durante la etapa de puesta en marcha, el sistema es sometido a las condiciones reales en las que operará. Se evalúa su desempeño y se llevan a cabo ajustes operacionales, especialmente de caudal de líquido, caudal de gas y concentración del líquido de lavado.  En esta etapa también se evalúa el accionar de bombas centrífugas, ventiladores e instrumentación. El funcionamiento de estos sistemas puede ser automático, para lo cual se requiere dotarlo de instrumentación y de sistemas de control adecuados. Esto comprende control de pH, presión, nivel, concentración en la solución de lavado, gas a la entrada, gas a la salida y purga automática.
Mardones afirmó que todos los sistemas vendidos por su empresa llevan medidores Endress+Hauser, para el control de nivel, presión y pH para el lavado de gases, con muy buenos resultados en los proyectos desarrollados. Actualmente, se encuentran en instalación y operando 14 sistemas de lavado en plantas de flotación de molibdeno de empresas de la gran minería. Otros 9 lavadores de gases para laboratorios de análisis químico se encuentran en implementación y disponen de instrumentación de control E+H. "En materia de comunicaciones, a solicitud de los clientes se están incorporando sensores 4-20mA y Foundation Fieldbus, según la configuración del sistema de control. La proyección hacia la automatización es tal que en el futuro se instalarán instrumentos no sólo en los sistemas de lavado, sino que en los puntos de descarga de alimentación de soda", agregó.
Otras aplicaciones del negocio de lavadores scrubber en minería –aunque todavía incipientes- es el control de neblina ácida en plantas de electro-obtención | |
