Moverse, hacer funcionar un brazo mecánico, sentir y manipular su entorno y mostrar un comportamiento inteligente, especialmente en imitación de humanos y animales, son algunas de las propiedades de los robots. Y a juicio de Carolina Lagos, Directora de Vinculación de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Andrés Bello, presentan varias ventajas sobre el trabajo humano: mayor productividad, mayor control de calidad y reducción de exposición humana a sustancias dañinas. Hoy en día hay más de 800 mil unidades de sistemas robóticos a nivel mundial. Desde los 80, comenzaron a surgir los denominados "Robots de Servicio", destinados a aplicaciones en diversas áreas, como manufactura, industria pesada, militar y de seguridad, medicina, entretenimiento, entre muchas otros. Pero, como indica Gastón Lefranc, Académico y Coordinador del Grupo Multidisciplinario en Robótica Industrial, Inteligencia Artificial y Automatización Avanzada, de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, la robótica es sólo una de las tantas partes de la inteligencia artificial, que comprende -además- redes neuronales, conjuntos difusos, visión por computador, reconocimiento de objetos y patrones, algoritmos genéticos, resolución de problemas y lenguaje natural. "Todas estas técnicas han mejorado notablemente la ingeniería y sus aplicaciones han hecho posible mejores productos, mejores formas de gestionar y producir", afirma. Los primeros pasos Aunque en Chile existe un buen número de empresas robotizadas en proporción a la cantidad de habitantes del país -superando incluso a Brasil y Argentina- aún estamos muy por debajo de los países europeos. Así lo indica José Manuel Terán, Ingeniero de Proyectos de Rambal, quien además explica que el nivel de robótica de un país está siempre asociado al nivel de profesionalización. De esta manera, mientras más cara es la mano de obra, mayor es el grado de automatización y robótica. Salvo excepciones, Ottavio Berbakow, Gerente de Aplicaciones y Socio de Roboris, señala que la industria nacional está más bien un poco ajena a la robotización de procesos, si bien cada vez más están siendo analizados proyectos en el sector. "Es decir, aun cuando no se esté comprando, la robotización está formando parte consistente de los presupuestos anuales de evaluación en muchas empresas". Esto se explica, según la opinión de Luis Felipe Ramírez, Gerente Comercial de MIRS, porque la mayor introducción a nivel mundial de la robótica se da en la industria automotriz y de la electrónica, industrias donde nuestro país tiene poca o ninguna participación. Respecto de la industria fabril -indica categórico el ejecutivo- las experiencias que existen se pueden considerar aún como "quijotadas", más que como parte de un proceso de introducción. Los primeros pasos de la robótica aplicada a la industria en el país se están dando principalmente en dos campos de aplicación. El primero son las empresas de explotación de materias primas, fundamentalmente la minería, agricultura, sector pesquero y de celulosa y papel. El segundo lo constituyen empresas de manufactura, normalmente pequeñas y medianas, con volúmenes bajos de producción y, por ende, también de inversión en robótica. Robótica en la industria Como explica Jorge Rojas, Gerente de Robotec, en Chile, poco a poco la robótica comienza a estar presente en forma cada vez más importante en la industria. Ejemplos son los sectores papel, metalmecánico, plásticos, alimentos y packing, especialmente en el mercado de la fruta, con soluciones de fin de línea, entre ellas, manipulación de envases y productos, encajonado y paletizado. También se utiliza para transporte de material pesado y molienda de distinto tipo. Pero, no cabe duda de que, aunque de data incipiente, la mayor implementación de robótica es en la minería. Se utiliza especialmente para movilizar gran cantidad de material y en faenas donde la presencia humana corre riesgo vital, como el trabajo en túneles, donde el hombre es sustituido por un manipulador robótico que, a través de cámaras, transmite información a la sala de control. En opinión de los expertos, durante los próximos años otros sectores deberían considerar la robótica como una tecnología para hacer crecer su producción. Según José Manuel Terán, el sector agrario posee un bajo nivel de incorporación de esta herramienta con respecto al resto de los sectores, tomando en cuenta que es un gran sector y que le sería muy útil en tareas como cosecha, cultivos y manipulación de frutos en general. Para Ottavio Berbakow, el manejo de alimentos desnudos es un nicho interesante, siendo Chile un país que presenta una producción agroalimentaria importante y que está afecta a la variable sanidad y salubridad. En general, Carolina Lagos asegura que la robótica es imprescindible para potenciar todos los procesos donde es necesario el traslado de un objeto desde un lugar a otro (pick and place), en procesos de soldaduras al arco, ensamblado, embalaje, servicios y en procesos donde se requiere el reconocimiento de imagen. Asimismo, Gastón Lefranc indica que la robótica puede aplicarse a la medicina en operaciones quirúrgicas, en la aviación para cargar combustible en zonas muy frías, en manufactura, fabricación, ensamblado, almacenamiento y control de calidad (aplicables a cualquier empresa), y en empresas especialistas en materias primas y de energía. "Las aplicaciones son muy diversas e incluso aplicables a negocios como el de las empresas acuícolas, de gran auge en Chile", afirma. Inversión inicial: Un gran obstáculo No cabe duda de que a pesar de sus ventajas y beneficios, el principal obstáculo de la implementación de tecnología robótica es su costo inicial, siempre largamente superior a la contratación de mano de obra tradicional. Sin embargo, como explica el ejecutivo de Rambal, dependiendo del proceso los resultados en términos de eficiencia y productividad pueden ser muy rápidos. "Algunas máquinas se amortizan en un par de meses y otras en varios años, pero finalmente el análisis de los empresarios es positivo". Para derribar la barrera económica, Luis Felipe Ramírez asegura que es fundamental considerar factores como la disminución de costos operacionales, mejor calidad, seguridad y confiabilidad de los procesos de producción. Más allá del factor inversión, Ottavio Berbakow confirma que otro obstáculo lo constituye la creación de integradores y soporte locales -junto con su mejoramiento y perfeccionamiento-, educación al interior de las empresas para adherir a este tipo de tecnología, entendimiento de los procesos de trabajo de cada empresa y correcta formulación de proyectos y capacitación, en términos profesionales y académicos. Pero también es necesario un cambio de mentalidad. Una de las barreras para aprovechar mejor este tipo de tecnología, según Gastón Lefranc, es la capacidad de innovar de las empresas, partiendo de las operaciones riesgosas para el hombre y pasando por aquéllas que mejoran sustancialmente la calidad y producción. "Si bien la introducción de tecnología robótica en una organización es responsable de aproximadamente un 20% a 25% de despidos, esta barrera se supera con los aumentos de producción y bajos costos. La experiencia indica que los trabajadores despedidos se recontratan, siempre y cuando se les haya entrenado para trabajar con las nuevas tecnologías". Entonces, para impulsar el desarrollo de la robótica industrial en Chile un buen camino es mirar las experiencias internacionales. Por ejemplo, en países desarrollados se han aplicado medidas tributarias especiales para empresas que han robotizado sus procesos, alivianando así la carga financiera que implica la inversión inicial; un ejemplo que, de estudiarse para Chile, podría significar un buen estímulo para la oferta y la demanda. El próximo desafío, a juicio del ejecutivo de MIRS, es atreverse a dar los pasos necesarios para incorporar rápidamente las nuevas tecnologías en los procesos y dar respuesta a las demandas en materia de biotecnología, comunicaciones y automatización en general. "Mientras otros esperan, empresas como Codelco han decidido actuar". Ese es el ejemplo que hay que seguir, indica. |