Si consideramos las siguientes dos estimaciones mundiales a las que debemos poner atención para cuidar mejor nuestro planeta, y que la implementación de fuentes limpias y viables técnicamente es una solución de mediano plazo, trataré de explicar por qué las soluciones de Gestión Energética son las que nuestro mercado puede tomar hoy: 1. Debemos disminuir las emisiones de dióxido de carbono (CO2) a la mitad para el año 2050, y hoy la tendencia es totalmente inversa (1). Sobre el 44% de las emisiones de CO2 son atribuibles a las edificaciones comerciales, residenciales e industriales; le siguen aproximadamente 35% del efecto deforestación, 14% de transporte, que frecuentemente es la primera preocupación, y 7% de emisiones fugitivas y de procesos industriales. 2. El consumo energético se duplicará para el mismo año; como base, desde 1980, éste ha aumentado casi 50% y para el 2030 su aumento se estima en 70% (ver Gráfico 1). Gráfico 1. Ambas estimaciones están estrechamente relacionadas con nuestro mercado, considerando que a nivel mundial la electricidad es el principal contribuyente en la generación de gases invernadero, debido a que la fuente primaria por excelencia son los combustibles fósiles: carbón, diesel y gas. En el corazón de la estrategia de Schneider Electric permanece una idea simple y poderosa: utilizar los recursos naturales de manera más eficiente es tanto más rentable como menos perjudicial para nuestro medioambiente. De este modo, la reducción y gestión en el uso de la energía es y será un foco continuo de nuestras políticas de mercado, limitando el consumo de energía total en todos los sectores; midiendo y rastreando el uso de energía para definir objetivos y puntos de referencia; promoviendo el uso de tecnologías y fuentes de energía alternativas que no representen una amenaza al medioambiente; y, en general, impulsando en los mercados la reducción de los niveles de emisión contaminante. Todo ello para conseguir resultados significativos de ahorro cercanos al 30% del lado del consumo en forma sostenida, lo que significa mayor disponibilidad energética desde las actuales plantas generadoras, es decir, disminuyendo la necesidad de plantas contaminantes mientras se desarrollan opciones más verdes que, soporten la demanda creciente por efecto demográfico y tecnológico (ver Gráfica 2). Gráfico 2.
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