De acuerdo al último informe de la consultora JLL, el mercado de oficinas en Santiago muestra señales de recuperación durante 2024. Al cierre del primer semestre, la tasa de vacancia disminuyó al 9,5 %, mejorando desde el 11,1 % registrado en el mismo período de 2023. La mayor caída se observó en las oficinas de Clase A, donde la disponibilidad se redujo al 8,3 %, lo que refleja un incremento en la ocupación de espacios de mayor calidad.

El inventario total de oficinas en la capital chilena alcanzó los 3,1 millones de metros cuadrados, con una incorporación de 17.481 m² en comparación al año anterior. Además, se proyecta un crecimiento significativo en la oferta para el resto del año y 2025, con 48.146 m² programados para el segundo semestre de 2024 y otros 70.934 m² para el próximo año.

A pesar de estos avances, la absorción neta acumulada -que mide la demanda efectiva- mostró una desaceleración en comparación a 2023. En el primer semestre de 2024, la cifra alcanzó los 10.301 m², una caída importante frente a los 41.493 m² registrados en el mismo periodo del año pasado. Este comportamiento refleja una moderación en la demanda en medio de la incertidumbre económica.

En cuanto a los precios de arriendo, la tendencia sigue a la baja. El promedio general en Santiago se ubicó en US$18,4 por metro cuadrado al mes, lo que representa una disminución del 12% respecto al año anterior. En oficinas de Clase A, los valores cayeron un 11 %, situándose en US$21,7 por metro cuadrado al mes, mientras que en la Clase B se ajustaron a US$16,7.

Santiago se mantiene como uno de los mercados clave de oficinas en América Latina, compartiendo protagonismo con Ciudad de México, São Paulo y Bogotá, que en conjunto concentran más del 50% del inventario regional.

De cara a 2025, el informe de JLL proyecta un panorama optimista para la capital chilena, con una vacancia que podría continuar su tendencia a la baja y un mercado que se estabiliza lentamente tras los desafíos de los últimos años.