El último informe de venta de viviendas nuevas en la Región Metropolitana de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) confirma una tendencia a la baja que se ha venido evidenciando en los últimos meses. En el tercer trimestre del año, las ventas de departamentos cayeron un 15% en comparación con el mismo período del año anterior, y un 17% en las casas.

Para Cristián Martínez, fundador de Crece Inmobiliario, estos resultados se explican por varios factores: "Las caídas en los valores de las ventas de las propiedades a nivel país, pero principalmente en la zona metropolitana, se generan principalmente por el aumento de los precios, el endurecimiento de los requisitos crediticios de los bancos y el descalce que hay entre los ingresos de las personas y el alza constante de UF".

El especialista indica que, mientras los precios de las propiedades han ido aumentando, los ingresos de las personas no han crecido al mismo ritmo, lo que hace cada vez más complejo para los compradores acceder a una vivienda. Sumado a ello, las políticas crediticias de los bancos se han vuelto más restrictivas, lo que también ha impactado negativamente en las ventas.

"Hoy en día, para financiar 1.000 UF, se necesitan ingresos estimados de $700.000, cuando hace cinco años bastaban $500.000. Esto representa una pérdida de poder adquisitivo de alrededor del 40% en el mercado inmobiliario", indica el experto.

A pesar de que las inmobiliarias han implementado diversas promociones y descuentos para impulsar las ventas, considerando el sobre stock de unidades, el escenario se mantiene desafiante. "Mientras el IMACEC siga cercano a cero, la inflación persista y no haya mayor inversión, esta situación de caída en las ventas se repetirá. Será cada vez más complejo para las personas adquirir propiedades en la Región Metropolitana", afirma Cristián Martínez.

En este escenario, las alternativas a considerar para dar vuelta esta situación sería el considerar opciones como las siguientes:

• Flexibilizar las políticas crediticias de los bancos, permitiendo a un grupo más amplio de personas calificar para el financiamiento de viviendas.

• Implementar incentivos y subsidios gubernamentales que faciliten el acceso a la compra de propiedades, especialmente para los segmentos más afectados por la caída en el poder adquisitivo.

• Fomentar la inversión en el sector, ya sea a través de políticas tributarias más favorables o la atracción de capitales nacionales e internacionales.

"Es fundamental que tanto el sector público como el privado trabajen de manera coordinada para impulsar el mercado inmobiliario y revertir esta situación de caída en las ventas de viviendas nuevas. Ese es el camino para poder impulsar el acceso a vivienda para más personas", cierra Cristián Martínez.

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