El Informe Anual de Seguridad y Salud en el Trabajo, publicado en abril del 2024 por la Superintendencia de Seguridad Laboral (Suseso), reveló una disminución en los accidentes laborales en comparación con el año anterior. Durante el año pasado, se registraron 149.854 accidentes laborales, casi 6.000 menos que en 2022, lo que se traduce en una tasa de accidentabilidad laboral del 2,6%.

Es muy importante asegurar un buen uso de los zapatos de seguridad, tanto para la comodidad como para la seguridad de los colaboradores. La espalda, los pies o las piernas pueden verse afectados por el uso inadecuado de un zapato mal seleccionado o en mal estado y repercutir en el rendimiento laboral y la salud.

Pablo Ponce, prevencionista de riesgos y experto en seguridad de Maryun, entregó consejos para tener en cuenta a la hora de elegir un zapato adecuado. "Además de identificar el tipo de zapato que necesito, es importante saber cuándo debe ser reemplazado para evitar accidentes graves”.

Uno de los puntos clave es revisar regularmente el calzado, inspeccionando con detalle y prestar atención a los signos de desgaste como suelas gastadas, costuras rotas, protección dañada o pérdida de confort, ya que son señales claras de que es necesario un cambio.

En cuanto a la durabilidad del calzado, se recomienda renovarlo al menos una vez al año si su uso es diario. En entornos laborales exigentes, puede ser necesario reemplazarlos con mayor frecuencia. Si los zapatos sufren algún daño debido a un accidente laboral, es aconsejable cambiarlos de inmediato.

El uso de calzado de seguridad inadecuado puede tener varias consecuencias negativas, incluyendo lesiones en los pies, dolor en las piernas y espalda, y un mayor riesgo de resbalones y caídas. Además, el uso continuo de este calzado puede contribuir a problemas de salud a largo plazo, como fascitis plantar, tendinitis o problemas de postura.