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La implementación de la Ley de Responsabilidad Extendida del Productor (Ley REP), que busca aumentar las tasas de recolección y reciclaje, ha sido un avance crucial en la gestión de residuos a nivel nacional y ha marcado un hito importante en materia medioambiental. De acuerdo con ProREP, único Sistema de Gestión exclusivo para Envases y Embalajes no domiciliarios del país, el impacto de la normativa en la industria de la construcción nos enfrenta a temas que requieren especial atención.
En cada una de sus obras, desde la planificación hasta su culminación, este sector produce una significativa cantidad de residuos de Envases y Embalajes que no se estarían segregando adecuadamente. “Y esa es una acción que no solo dificulta el reciclaje, sino que también nos aleja de los objetivos de la economía circular que la Ley REP busca incentivar”, señala Nesko Kuzmicic, gerente de Operaciones y Economía Circular de ProREP.
Por esto, añade que un aspecto crítico es la necesidad de cambiar la mentalidad respecto a los residuos en las obras. “La segregación adecuada y la valorización no sólo es una obligación legal, sino una oportunidad para reducir costos a largo plazo, incorporando materiales reciclados como insumos y mejorando la imagen corporativa en un mercado cada vez más consciente de la sostenibilidad. Iniciativas como el proyecto circular 'Pilotos de segregación en origen', que implementa ProREP con sus empresas socias, busca, precisamente, apoyar a las constructoras en este proceso”, señala.
Pero el desafío de mejorar la segregación es solo el primero de muchos. En el mundo, aproximadamente el 20% del material reciclado, especialmente plásticos y metales provenientes de residuos de Envases y Embalajes, son demandados como materia prima por el sector de la construcción. En Chile, si bien está lejos de esas cifras, existe un creciente consenso para avanzar en este sentido, asegura Kuzmicic.
“Muchas empresas aún no comprenden completamente su rol bajo esta normativa. La Ley REP no solo afecta a los Productores de materiales e insumos de la construcción, sino también a los Consumidores Industriales, que abarcan todos aquellos establecimientos donde se generen desechos de Productos Prioritarios, incluidos los de obras de construcción. En esta línea, las constructoras e inmobiliarias tienen la obligación de valorizar los residuos de Envases y Embalajes generados, e informarlo a la autoridad, ya que no hacerlo implica sanciones millonarias y una oportunidad perdida para contribuir a la sostenibilidad”, añade el ejecutivo de ProREP.
¿Y cómo enfrentar estos desafíos? Kuzmicic recalca que la colaboración y las sinergias entre distintas iniciativas orientadas a la sustentabilidad del sector son clave para desarrollar y promover una gestión circular. “Los esfuerzos que pueda hacer un Sistema de Gestión como ProREP no deben verse como una acción aislada, ya que van en línea con importantes actividades que apuntan a alcanzar mayores grados de sustentabilidad en esta industria, entre las que destacan el Compromiso PRO de la Cámara Chilena de la Construcción y Construye 2025”, concluye.
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