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Shigeru Ban, auditorio La Seine Musicale en la Île Seguin, Boulogne-Billancourt, Francia, 2017. |
La segunda edición del Barómetro de la Construcción Sostenible, un estudio realizado por el CSA Institute y lanzado en 22 países, incluye una encuesta cuantitativa de profesionales del sector, funcionarios públicos, asociaciones y estudiantes.
Los resultados analizados permiten comprender cómo estos actores perciben la construcción sostenible en un contexto marcado por la lucha contra el calentamiento global, la necesidad de preservar los recursos naturales, los retos de la explosión demográfica y el desafío de la creciente urbanización.
El 95% de los encuestados coincide en que la implementación de una construcción más sostenible es un tema importante o prioritario.
Este grado de urgencia es claramente compartido por todos los actores, independientemente de la región geográfica. Al mismo tiempo, la comprensión de la construcción sostenible parece parcial: a menudo se limita a cuestiones medioambientales, dejando de lado el aspecto del bienestar. Su definición sigue estando, en gran medida, asociada a la "construcción verde": con una definición directamente vinculada a la eficiencia energética de los edificios (42%) y a la consecución de la neutralidad de carbono en la construcción (33%).
Las nociones de resiliencia y comodidad de los ocupantes se consideran más secundarias. La única excepción es Turquía, donde la construcción sostenible se percibe más en términos de bienestar de los habitantes, con un 25% frente al 14% del promedio mundial.
El conocimiento de la construcción sostenible es alto: el 87% de los encuestados afirmaron estar familiarizados con la construcción sostenible.
El 68% de los encuestados afirma estar suficientemente informado. Aunque todavía son necesarios esfuerzos educativos, especialmente entre los funcionarios públicos: el 20% declara no haber oído hablar nunca de este asunto. Sin embargo, el deseo y el compromiso están ahí: la mayoría de las partes implicadas en todos los países (87%) están de acuerdo en que debemos ir más allá en términos de construcción sostenible.
Entre las acciones prioritarias que deben adoptarse para acelerar el desarrollo de la construcción sostenible, se considera crucial la sensibilización de la opinión pública, el coste y la competitividad de los materiales, y la cooperación de todas las partes interesadas. Por otra parte, el papel de las iniciativas públicas (normas, reglamentos, ayudas), aunque fundamental, sigue subestimado y aparece al final de la lista. Por último, la renovación energética parece ser una tendencia hoy en día en países con un parque de edificios bien establecido como España, en comparación con países que priorizan programas de nueva construcción para albergar a una población en crecimiento.
El 92% de los profesionales de la construcción cree que la construcción sostenible constituirá todo o parte de su negocio en los próximos 5 años.
Los arquitectos y las empresas de ingeniería encabezan la lista de actores que más promueven el concepto de construcción sostenible. Si bien a los profesionales del diseño de edificios se les atribuye el 29% de las respuestas de primera intención, los funcionarios y las instituciones públicas les siguen de cerca, con el 21% y el 20% respectivamente. Como dato positivo, los profesionales del sector se sienten fuertemente comprometidos con la construcción sostenible: el 85% afirma desarrollar todo o parte de su negocio en este ámbito, y el 92% espera hacerlo en los próximos cinco años.
El 62% de los profesionales (3 puntos por encima del barómetro del 2023) considera el compromiso de sus proveedores con la construcción sostenible como criterio de selección. Entre los funcionarios públicos, la dimensión sostenible es un criterio decisivo para la adjudicación de contratos públicos: casi 9 de cada 10 consideran que este criterio es importante.
Finalmente, entre los estudiantes que perciben como prioridad la implementación de construcciones más sostenibles, el 45% de ellos dice que no aceptaría una oferta de trabajo de una empresa que no estuviera comprometida con la construcción sostenible.
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