Carla Hevia, Interiorista de Inmobiliaria Altas Cumbres.

Por Carla Hevia, Interiorista de Inmobiliaria Altas Cumbres.

En mi trayectoria he tenido el privilegio de crear espacios que van más allá de la estética y la funcionalidad, dado que esta labor no se trata solo de seguir tendencias o imitar estilos foráneos, sino también de capturar la esencia de nuestro país. Es en ese enfoque donde radica la verdadera magia y significado de un diseño de interiores con identidad nacional.

Con esto me refiero a la capacidad de incorporar elementos y materiales fundamentales de nuestra cultura en cada espacio a intervenir, adaptándolos de manera armoniosa a las necesidades y preferencias de los clientes. Es un proceso creativo que implica una profunda conexión con nuestra tierra, nuestras tradiciones y nuestra historia.

En este sentido, considero que algunos elementos y aspectos de diseño específicos son clave para lograr este objetivo. En primer lugar, debemos pensar en espacios que fomenten la invitación y la reunión de las familias, ya que nuestra cultura se caracteriza por ser cercana y acogedora. Por lo tanto, lugares como el comedor, la sala de estar y la cocina deben ser concebidos con la comodidad, la funcionalidad y la calidez como pilares fundamentales.

Además, la cultura y las tradiciones locales desempeñan un papel fundamental en la creación de un hogar con identidad nacional. Al utilizar elementos representativos de las diferentes regiones de nuestro país, como metales, artesanías y el uso de materiales autóctonos como lana o madera, podemos transmitir aspectos significativos de nuestra cultura en el interior de nuestras casas. Así logramos que cada rincón cuente una historia, que sea un pedazo de nuestra identidad compartida.

Pero como país enfrentamos desafíos en cuanto a la promoción y valoración de la identidad nacional en esta área de trabajo. Es fundamental generar una mayor visibilidad y reconocimiento del trabajo que realizamos como diseñadores de interiores en Chile. Debemos superar la barrera de mirar tendencias extranjeras y en su lugar, enfocarnos en innovar, aprovechando la tecnología y los materiales disponibles. Tenemos una riqueza de recursos y talento creativo en nuestro país, y es hora de mostrar lo que somos capaces de lograr.

En un mundo cada vez más globalizado, es crucial que el diseño interior con identidad nacional evolucione y siga siendo relevante. La globalización no debe ser vista como una amenaza, sino como una oportunidad para mostrar nuestra riqueza cultural y el trabajo que realizamos.

Nuestra naturaleza, colores, texturas y artesanías son tesoros que podemos llevar a nuestros hogares y exhibir al mundo entero.