Waldo Terán, director corporativo de Foco en Obra.

De acuerdo al Primer Índice de Transformación Digital de la Construcción en Chile 2021 (CChC-PMG), este sector muestra la menor concentración de empresas en niveles de madurez digital avanzado (apenas 21%) respecto del índice nacional (32%). Es más, cuatro de cada 10 compañías de la industria se encuentran en el segmento de principiante digital, con 41%, lo que refleja un menor nivel de evolución que el promedio en el país.

Como explica Waldo Terán, director ejecutivo de Foco en Obra, “el rubro no mira la digitalización como una inversión, donde se pueden conseguir muchos ahorros, estimados un 2% del presupuesto total de un proyecto”. De esa manera, añade el especialista, “la falta de digitalización en la industria se debe, en parte, a la resistencia al cambio y la falta de profesionalización en algunos roles dentro de la cadena de construcción; pero también, a una falta de percepción de la tecnología como una inversión y una herramienta para conseguir ahorros y mejorar la eficiencia en los proyectos”.

Hoy existen varias innovaciones tecnológicas, tanto para los procesos constructivos, como para su gestión. Ejemplo de ellas son BIM (Building Information Modeling), que permite la creación y gestión de información digital de un edificio a lo largo de todo su ciclo de vida; drones para inspección, levantamiento topográfico y monitoreo; realidad aumentada y virtual para visualización 3D; IoT (Internet de las cosas) para monitorear el rendimiento del edificio, la seguridad y la eficiencia energética; robótica y automatización para realizar tareas repetitivas y peligrosas; inteligencia artificial para planificación, programación y predicción.

“Lo que no se mide no se puede mejorar, para esto hay software especializado que permite de manera fácil medir los rendimientos reales de la mano de obra en terreno. Con esos datos podemos saber si estamos cumpliendo con lo que se estudió en el anteproyecto o tenemos una desviación importante que nos afectará en plazo y costo”, comenta Waldo Terán.

Con todo, lo cierto es que la digitalización de la Construcción presenta desafíos únicos que deben ser abordados para que el sector pueda aprovechar todo el potencial de la tecnología para mejorar la eficiencia, la calidad y la seguridad de los proyectos de construcción. Entre ellos, “resistencia al cambio, falta de estandarización, inversión en tecnología, seguridad de datos, capacitación, integración”.

Aunque todavía hay un largo camino por recorrer en la adopción de tecnologías digitales en la Construcción, se espera que esta tendencia continúe en el futuro cercano, ya que los beneficios de la digitalización en términos de eficiencia, reducción de costos y mejoras en la seguridad son cada vez más evidentes.