Seguridad en riesgo Hasta el 2008, un equipo de la USM -integrado por el académico Sergio Carmona del Departamento de Obras Civiles; el profesor Humberto Miranda del Departamento de Mecánica; y los ingenieros electricistas Luis y Mauricio Millón, además de mi persona-, presentó un estudio sobre los ascensores municipales de la ciudad Puerto, que éstos (salvo el Reina Victoria, que ya fue intervenido) se encuentran fuera de toda norma de seguridad, requiriendo una recuperación mayor para seguir funcionando. El caso es similar para los ascensores particulares. Si no hay una intervención mayor de los ascensores, con toda responsabilidad pediría que éstos se pararan, porque es de conocimiento público que están fuera de toda norma de seguridad. Una opción es que se conviertan en un patrimonio estático de la ciudad, en íconos sin uso vivo; pero si queremos seguir utilizándolos debemos intervenirlos, ya que los problemas de seguridad y operación que presentan no son menores. Junto con un modelo de intervención, se debe desarrollar un modelo de mantenimiento que asegure el buen funcionamiento de los ascensores en un horizonte de 20 años, un modelo de gestión que haga sustentable la operación de éstos y uno de regulación normativa que reemplace las actuales regulaciones que datan del año 20 y que están caducadas. No puede ser que con una normativa del año 20, se regule a los nueve ascensores particulares de Valparaíso y no exista ninguna exigencia más. En lo particular, me parece excelente que el Estado reconozca las externalidades positivas que generan los ascensores a la ciudad de Valparaíso y que quiera intervenir en este tema. Como ciudadano porteño espero que esto no se quede en promesas, porque si los ascensores no son intervenidos, uno a uno van a ir parando y luego desapareciendo, ya que desde el punto de vista técnico no debieran estar funcionando por haber sobrepasado hace años su vida útil. Apoyo técnico de la USM Hoy quedan sólo 14 ascensores, de los cuales cinco pertenecen a una concesión municipal y nueve a una sola empresa privada. La mitad de ellos están hoy detenidos. El equipo de la Universidad Santa María ha logrado tomar conocimiento en detalle sobre el estado de éstos debido al trabajo colaborativo que ha realizado con la Municipalidad de Valparaíso, donde los especialistas han podido constatar la situación real en que se encuentran la mayoría de las máquinas, instalaciones y componentes. Hemos descubierto cosas bastante interesantes. El ascensor Barón, por ejemplo, originalmente contaba con cinco frenos, y antes de que éste fuera cerrado, sólo uno estaba operativo. Por eso, cuando hablamos de recuperar los ascensores, lo que señalamos es que necesitamos dejar al Barón con sus 5 frenos originales operativos. En la Universidad tenemos el know how, lo que no es menor, y además el entusiasmo para apoyar tanto el modelo de recuperación, como los de mantenimiento y el de gestión de este patrimonio, que resalta la importancia que tuvo Valparaíso en el pasado, especialmente a finales de siglo XIX y principios del XX. |