Puertas, mucho más que un elemento de acceso o salida Muchas son las funciones que puede tener una puerta dentro de una construcción. Además de servir como vía de entrada a un recinto o salida al exterior, sirven también para dividir espacios, desempeñar un papel estético e incluso aportar al ahorro energético a través de una adecuada aislación térmica, tema especialmente en boga en la actualidad. La gama existente en el mercado es amplia. Están las llamadas puertas sólidas de madera, las vidriadas, de relleno y de PVC, entre otras, dependiendo del lugar en que serán instaladas. A ellas se suman las puertas especiales, tales como las de cristal con una alta aislación térmica y/o acústica, las antifuego y las blindadas, generalmente de acero. Las puertas también varían en cuanto a diseño, existiendo modelos convencionales de líneas clásicas y otros más sofisticados; colores, elementos de seguridad incorporados, como por ejemplo cerraduras o tratamientos especiales; y accesorios, por mencionar algunos. En este último caso, una bisagra o un herraje determinado pueden hacer un gran aporte desde el punto de vista decorativo. Una ventana para cada ambiente En el caso de las ventanas, también existe una variada y atractiva oferta de productos. Estos elementos son los que permiten conectar una vivienda u otra construcción con el exterior y aportar arquitectónicamente en distintos ambientes, según los materiales y diseños elegidos, permitiendo, además, el paso de la luz natural. Las ventanas más comunes son aquéllas con perfiles de madera, PVC o aluminio, según las necesidades y/o presupuesto de los clientes, pudiendo incluir diferentes clases de cristales de acuerdo a las especificaciones de cada proyecto. El termopanel, por ejemplo, es uno de los mejores aislantes de la temperatura exterior, además de un eficiente elemento de insonorización. En cuanto a los tipos de apertura de una ventana, éstos son variados, contándose entre otros los de doble contacto, tales como los practicables y los abatibles, en que la hoja abre girando sobre un eje vertical y horizontal, respectivamente; los oscilobatientes, en que la hoja puede abrir de las dos maneras anteriores; los de apertura pivotante o giratoria, y los plegables, a los que se suman sistemas de corredera. En este último caso, se trata de una ventana de dos hojas que se sitúan una al lado de la otra. Para abrirla, una se desliza para colocarse de manera paralela sobre la otra. Generalmente puede deslizarse cualquiera de las dos. Al igual que en las puertas, los accesorios también pueden jugar en este ámbito un importante rol decorativo. Cabe destacar que en el mercado existe, además, una amplia gama de productos complementarios para puertas y ventanas, como, por ejemplo, barnices especiales, sellantes, y siliconas. En el siguiente Especial de Revista EMB Construcción, presentamos a destacados representantes de estos mercados, quienes exhiben sus soluciones y servicios.
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