De acuerdo a la opinión de Orelvis González, Subgerente del Area Ingeniería de Protección Contra el Fuego de DICTUC, en el país se ha hecho un esfuerzo importante por incorporar requerimientos y exigencias de protección contra incendios en las edificaciones, pero aún falta bastante por aprender y mejorar en esta área.
La protección de edificaciones contra incendios se realiza a través de los sistemas de protección pasiva y activa, pero en Chile se ha dado un mayor énfasis en los sistemas de protección pasiva, que actúan generalmente retrasando un posible colapso estructural y restringiendo el avance del fuego mediante compartimentos. El objetivo de éstos apunta a detener, controlar o disminuir los efectos de un incendio ya declarado. En el caso de los sistemas activos su finalidad es detener o disminuir el incendio antes que el siniestro llegue a declararse totalmente.
En la protección pasiva es muy importante poder evaluar el comportamiento de los sistemas o configuraciones constructivas y en esta área el nivel de desarrollo que existe en nuestro país es desigual. Existe una normativa y laboratorios que permiten probar de manera satisfactoria los elementos de protección pasiva, pero la formación de profesionales y la verificación de la calidad de los productos en terreno, constituyen todavía un desafío pendiente.
América Latina
En América Latina el desarrollo en esta materia es más bien incipiente. Según indica el profesional de DICTUC, en la Región sólo hay tres países que cuentan con laboratorios de ensayos de resistencia y reacción al fuego de materiales: Chile, Brasil y Argentina.
"En Argentina y Brasil los laboratorios cuentan con instalaciones (hornos) para realizar ensayos normativos de resistencia al fuego (RF) a elementos verticales (puertas, columnas, muros, etc.), pero no tienen hornos para realizar estos ensayos en elementos horizontales (losas, cielos, techumbres, etc.). En Chile, en cambio, los laboratorios cuentan con instalaciones para realizar ensayos RF tanto a elementos horizontales como verticales, pero a diferencia de Brasil y Argentina, en el país no existen exigencias con respecto a las características de reacción a fuego de los materiales de construcción. Asimismo, otros países -como Perú y Costa Rica- han adoptado normas NFPA y han avanzado en el diseño de sistemas", afirma Orelvis González.
Avances y desarrollo
En términos de ensayos y requerimientos de materiales y productos para protección pasiva, la Ordenanza General de Urbanismo y Construcción especifica cuáles son los procedimientos para asegurar que los edificios tengan un cierto nivel de resistencia al fuego. En los laboratorios locales se pueden probar las estructuras y materiales de acuerdo a los requerimientos establecidos, por lo que en este sentido la protección pasiva y resistencia al fuego están cubiertas. Como señala Orelvis González, "tenemos laboratorios y normas para ensayar y exigencias en la ordenanza. A futuro será necesario actualizar la normativa, porque Europa y Estados Unidos ya están trabajando con otras más rigurosas".
Falencias
Respecto a la reacción de los materiales frente al fuego, es decir, las pruebas que deberían hacerse a los materiales para verificar cuán rápido se encienden o se propagan las llamas y qué cantidad de humo generan, el profesional de DICTUC indica que las normas existentes están obsoletas: "No entregan especificaciones para distinguir o clasificar los materiales dentro de una categoría, y salvo la norma que mide combustibilidad, no se aplican porque no existen exigencias al respecto. En esta área, que está muy débil, estamos estudiando algunos proyectos con el Ministerio de Vivienda, para tratar de implementar más capacidades de laboratorios y exigencias adecuadas", señala.
En cuanto a la protección pasiva los mayores esfuerzos se deben enfocar en la formación de profesionales y la verificación de la calidad de los productos en terreno.
Protección activa
Respecto a la protección activa, el mercado es confuso, debido a que las exigencias no están del todo claras dentro de la Ordenanza. A esto se suma que muchas empresas se están dedicando a diseñar sistemas de este tipo, pero la inspección y mantención son prácticamente nulas.
A juicio de Orelvis González, un tema importante en esta parte la constituyen los productos que están llegando a Chile; muchos de ellos ingresan con certificaciones que no necesariamente son consistentes con las regulaciones chilenas y eventualmente no son revisados. "Por ejemplo, los detectores de humo que se están instalando no son revisados por laboratorios nacionales (como por ejemplo lo hace Brasil), al igual que los rociadores. Muchos de ellos aparentemente cuentan con certificación, pero eso no se verifica. Esto quiere decir que se está recibiendo una gran cantidad de equipos y sistemas, pero que no sabemos si pueden presentar problemas", indica.
Formación Profesional
En esta materia, países como Estados Unidos, Reino Unido y Japón son los que han alcanzado un desarrollo superior. Cuentan con universidades que forman ingenieros de protección de incendios, con los laboratorios de certificaciones de mayor trayectoria a nivel mundial y son los mayores fabricantes de esta industria.
En nuestro país, la formación profesional es otra área que atender. Si bien existen algunos especialistas -principalmente autodidactas y profesionales que se han especializado en universidades de Estados Unidos y Escocia, por lo general la formación de este tipo profesionales no existe. Afortunadamente, en los últimos años ha habido un interés por capacitarse y hay universidades que planean desarrollar diplomados y maestrías en esta área, lo que podría cambiar este escenario en el mediano y largo plazo.
Acciones a seguir
Es necesario procurar que todo proyecto constructivo cuenten con un adecuado sistema de protección contra incendios, que debe considerar variables como la protección pasiva y la protección activa. Eso se traduce en revisar el adecuado uso de los materiales de construcción, desde las estructuras hasta los revestimientos, junto con la instalación de equipamiento y sistemas adecuados para evitar que se inicie o se propaguen las llamas.
Asimismo, es necesario llevar a cabo un plan de diseño, que contemple variables fundamentales como los sistemas de evacuación, tema sobre el cual DICTUC acaba de realizar un exitoso seminario internacional, con el objetivo de difundir la importancia fundamental de los sistemas de evacuación y comportamiento humano ante siniestros.