Así como del terremoto del85 emanaron normas técnicas para evitar el colapso en estructuras de edificios, el reciente nos debe llevar a actualizar y afinar la legislación de modo que aquellos edificios que cumplen funciones claves o críticas (hospitales, colegios y aeropuertos entre otros) puedan mantener sus servicios después de fenómenos sísmicos de gran magnitud.
Si aspiramos como país a elevar nuestros estándares de desarrollo, mejorando a la vez la calidad de los servicios, es indispensable considerar que la normativa que surja ahora tenga en cuenta la masificación de edificios "inteligentes" los cuales dejan de serlo y se transforman en un peligro para las vidas humanas si no cuentan con los soportes tecnológicos adecuados para proteger sus grandes equipamientos que alimentan a estas construcciones: equipos generadores de electricidad, ventilación y climatización, bombas y ductos de agua y gas, redes para transportar elementos como oxígeno en clínicas y hospitales, etc.
Avances a destacar
Vemos como señal esperanzadora el hecho de que la Comisión Provisoria Terremoto 2010, integrada por representantes del MOP, MINVU, Cámara Chilena de la Construcción, Universidad de Chile, los colegios de ingenieros y arquitectos, entre otros, se encuentre estudiando modificaciones a la norma antisísmica, las que incluyen la protección del equipamiento mecánico. Es indispensable que esta necesidad se discuta y aborde como tema país.
En Chile tenemos mucho que aprender, de hecho aún no existen expertos en restricción sísmica de equipamiento mecánico. Es en este contexto que, recientemente, la empresa Silentium y la Corporación de Desarrollo Tecnológico de la Cámara Chilena de la Construcción invitaron a Chile a James Tauby, autoridad mundial acerca de este tema quien participó en el X Congreso de Sismología, y a la Cámara Chilena de la Construcción.
En su presentación ante ingenieros, arquitectos y otros especialistas, Tauby señaló que en los grandes terremotos, el 75% de los costos son por el colapso del equipamiento mecánico: sistemas de calefacción y aire acondicionado que se salen de sus bases generando daños en las estructuras de los edificios, además se rompen ductos y cañerías con lo cual el agua ocasiona enormes daños en techos, paredes y suelos.
Como lección, el terremoto de 2010 nos advierte que incorporar un adecuado diseño sismo-resistente para los equipamientos mecánicos que nutren las instalaciones de edificios con funciones definidas como claves, equivale a contratar un seguro de operatividad a un muy bajo costo, con importantes y concretos beneficios.