Con una ubicación privilegiada a los pies de la Cordillera de Los Andes, el nuevo Hospital Militar La Reina es un edificio de hormigón de más de 85.000 m², distribuidos en una Placa Técnica, de cuatro niveles y 41.000 m²; un área de Hospitalización, que consta de siete pisos (16.818 m²); y un Area Académica, de tres niveles y 1.450 m², donde existe una biblioteca y un auditorio, entre otras salas.
A estas instalaciones se suman estacionamientos y un helipuerto.
Aisladores sísmicos
Una de las innovaciones que destacan a esta obra reside en los 164 aisladores sísmicos instalados entre el subterráneo y el edificio, en el área correspondiente a la Placa Ténica y de Urgencia.
Se trata de aisladores elastoméricos, de 90 cm de diámetro cada uno, compuestos por láminas de goma y acero, además de un relleno central de plomo, ubicados en el cielo del subterráneo, y que aislan horizontalmente el edificio del suelo, reduciendo en aproximadamente siete veces las vibraciones producidas durante un sismo, en comparación con estructuras sin soluciones de aislación.
Con ello, ante un movimiento telúrico de intensidad, se reducen las aceleraciones y deformaciones de la estructura, y, por ende, eventuales daños en ella o en sus contenidos.

Características constructivas
La placa del edificio principal es una planta simétrica y con moldaje uniforme, pero con un mayor número de pilares, vigas y losas.
Al existir grandes plantas, se requirió de un número importante de juntas de dilatación, de manera de evitar que el hormigón se expusiera a esfuerzos indebidos y que se generaran tensiones que afectaran la estructura.
Adicionalmente, otra característica que destaca a esta obra radica en que se trata de una construcción abierta, que privilegia el ingreso de la luz natural a los espacios y hermosas vistas y jardines en distintos sectores del recinto. Mención especial tiene su gran patio central, con iluminación natural, que da calidez a la institución de salud.
El proyecto hizo necesario un gran trabajo de coordinación y logística, ya que implicó la participación de distintas faenas, que a su vez involucraron una gran cantidad de profesionales y mano de obra en terreno. Es así como la obra contempló, por ejemplo, más de 3.500 partidas, desde el alcantarillado hasta las redes de comunicaciones, abarcando además agua potable y climatización, entre otros.

Otros aspectos innovadores
Marcando un hito en lo que fue la licitación del proyecto, tras adjudicarse el mismo la empresa OHL no sólo debió asumir la ejecución de las obras, sino que también tuvo que encargarse del equipamiento técnico del Hospital Militar. De esta manera debió asumir la responsabilidad en temas como la adquisición, instalación, puesta en marcha, funcionamiento, capacitación de personal, servicio técnico y garantía de los equipos médicos, clínicos, industriales y administrativos. Con ello se satisfacía la demanda de la licitación en cuanto a tratar con una única contraparte.