Si uno lo mira desde el punto de vista del edificio, éste puede tener problemas por un mal diseño, mala construcción o un mal uso del mismo, pero también puede verse desde el punto de vista de la demanda, es decir, de lo que el sismo le pidió a la estructura, y ahí es donde pueden aparecer problemas adicionales no detectados con anterioridad. A considerar En algunas zonas puntuales pueden producirse amplificaciones del movimiento y un edificio que está bien diseñado y construido ubicado allí, puede sufrir grave daño e incluso colapsar de todas formas. Por ejemplo, en Viña del Mar, Canal Beagle sufrió esta amplificación de movimiento, tal como ya le había ocurrido en el terremoto de 1985, causando severos daños a la construcción. Por otro lado, la forma en que el edificio percibe el sismo depende de la posición en que está respecto al epicentro. El movimiento que sentimos en esta zona (Región de Valparaíso), dada la distancia que hay al epicentro, fue un tipo de movimiento que a mi primera evaluación y sin tener mayores datos, parece haber sido muy malo para los edificios altos. Asimismo, si el movimiento del sismo tiene la misma frecuencia del movimiento natural del edificio, el inmueble sufre tremendamente. En el caso de Concepción, por tratarse del epicentro del movimiento telúrico la cosa es muy distinta. Lo único que se puede decir es que el derrumbe del inmueble es algo que no puede ocurrir bajo ningún punto de vista. ¿Qué pasa con la norma? La Norma Chilena 433 de Diseño Sísmico de Edificios (vigente desde 1996 en su versión reformulada) pretende que en los casos de movimiento más fuerte, los edificios no colapsen y logren garantizar la vida de las personas. No está orientada a evitar totalmente el daño, no es que un edificio antisísmico no vaya a sufrir; sino que cuando venga el sismo, el edificio se dañará pero sin colapsar (caerse), aun cuando sufra daños irreparables y tenga que ser demolido de todas formas. Todo eso, claro, dentro de ciertos márgenes, porque si lo que viene es el cataclismo universal, no hay nada que hacer. Luego de escuchar las declaraciones de quienes invirtieron todo su dinero en un departamento que tras el terremoto quedó inhabitable, es importante tener claro qué aspectos considerar al momento de comprar un bien raíz. Deberíamos tener una cierta cultura en torno a este tipo de inversión. Para comprar un auto uno se fija en la marca, modelo, año y consulta sobre las mejores opciones, especialmente en la parte técnica, pero para comprar un bien raíz las consultas son mucho menores, siendo que hay detalles básicos que considerar. Por eso, aunque muchas veces es complicado, es importante asesorarse con algún especialista, ya que hay edificios que por su forma, situación y otras características son más riesgosos que otros. Y por mucho que algún documento lo diga, la gente tiene que tener claro que lo de 100% antisísmico no existe, porque simplemente lograr esa condición significaría una inversión que nadie estaría dispuesto a asumir. Tendríamos que construir puras pirámides. |