En la actualidad, muchos edificios cuentan con una completa infraestructura de redes cableadas que permiten ofrecer diversos servicios (desde telefonía fija y televisión por cable, hasta acceso a Internet y videovigilancia). Hace más de una década, estos servicios requerían sus propias instalaciones independientes (las que eran conocidas bajo el genérico de “corrientes débiles”), obligando a constructoras y arquitectos a ocupar espacios significativos en sus diseños para la canalización y distribución de estos cables. No obstante, gracias a los avances en la tecnología IP, hoy en día solo se requiere una instalación de cableado estructurado, más fácil de diseñar y gestionar.
El cableado estructurado es un sistema de cables, conectores, canalizaciones y dispositivos que permiten establecer una infraestructura de telecomunicaciones en un edificio, cuya instalación y características cumplen con una serie de estándares, ofreciendo así flexibilidad de instalación e independencia de proveedores y protocolos. Además, estas plataformas brindan una amplia capacidad de crecimiento y facilidad de administración. En la actualidad, para las redes de cableado estructurado se emplean mayoritariamente cables de par trenzado de cobre y cables de fibra óptica, los que han ido dejando en la obsolescencia otras tecnologías, como el cable coaxial.
Gustavo Cárdenas, Panduit Chile.
Ricardo Meneses, Furukawa.
Si bien pareciese que con la masificación de los smartphones, tablets y otros dispositivos inalámbricos, el cableado estructurado es una tecnología que está quedando en el pasado, sus características (como un mayor ancho de banda que sus contrapartes inalámbricas y su alta confiabilidad en la transmisión de datos) le están garantizando una larga vida dentro del mercado, especialmente en los segmentos corporativos. Sin embargo, no todos reconocen la importancia de su correcta especificación e instalación para lograr el desempeño esperado de estas redes.
Buscando profesionalizar la disciplina
A juicio de Gustavo Cárdenas, Territory Account Manager Chile en Panduit, el cableado estructurado es la “carretera” donde se instalan los equipos activos de la red (encargados de distribuir en forma activa la información a través de la red, como switches, routers, access points, etc.), y los que usan el ancho de banda (computadores, servidores, cámaras de videovigilancia, etc.). “Muy poca gente tiene conciencia de que entre más equipos usen esta carretera, más robusta tiene que ser”, afirma. “En esta línea, los usuarios que solo se preocupan del costo del producto, y no de lo que van a instalar después sobre esa carretera, se pueden llevar la sorpresa de que no funciona como esperaban”.
Para Nilson Parra, RCDD/NTS/DCDC & CCNA, encargado del área Enterprise de CommScope, el principal problema es que el cableado estructurado aún no adquiere rango de especialidad. “Eso tiene que cambiar, cuando todos los servicios que están dentro de las corrientes débiles converjan en la tecnología IP y, por lo tanto, el cableado estructurado será, en definitiva, el que transporte toda la información: control, automatización, telefonía, video, seguridad, control de acceso, entre varios otros”, afirma.
En este sentido, el profesional afirma que conceptos como edificios inteligentes e Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés), impulsarán aún más el uso de estas tecnologías. “Por eso, tratamos de potenciar nuestra visión de mercado, que es implementar una grilla inteligente para los edificios, que permita soportar múltiples protocolos y servicios, a través del concepto Convergencia IP”, explica.
Según Ricardo Meneses, Sales Engineer de Furukawa, el problema radica en que muchas constructoras no ven la solución completa, solo los costos. “Les importa que el punto de red les entregue conectividad, pero no la calidad de esa conexión. De hecho, buscando ahorrar, algunas empresas rompen los estándares con medidas como reducir el diámetro de los ductos. Entonces, una de nuestras misiones es enseñarles y que ellos tengan la voluntad de aprender”, comenta.
Al respecto, Nilson Parra cree que estamos en un proceso de transición. “Actualmente, en las carreras de Arquitectura y Construcción no se enseña lo necesario de canalizaciones, espacios y cableado, y muchos subestiman su importancia, pero esto cambiará cuando el mercado les demande incorporar estas tecnologías. En este sentido, necesitamos profesionalizar la disciplina dentro del sector Construcción, y en ese desafío las marcas tenemos mucho que aportar en términos de capacitación y asesoría”, declara.
En tanto, Gustavo Cárdenas sostiene que hace falta que muchas empresas constructoras conozcan mejor a los usuarios finales de los inmuebles. “En EE.UU., la constructora se reúne con el usuario final y conoce sus requerimientos para los espacios internos. De este modo, pueden prepararlos de acuerdo a sus necesidades, asesorándose con las correspondientes partes técnicas. En cambio, en Chile, un usuario puede llegar a instalar un rack mural y se da cuenta que el espacio habilitado para ello no tiene las dimensiones adecuadas”, señala.
Se viene el cambio
Un punto de consenso entre los participantes es que los nuevos paradigmas tecnológicos, como los mencionados edificios inteligentes y la Internet de las Cosas, que incluyen múltiples sensores (iluminación, temperatura, humedad, etc.) y sistemas automáticos, requieren plataformas de comunicación robustas para entregar los resultados esperados, por lo que su adopción cada vez más veloz está impulsando un cambio en la mirada de las constructoras y arquitectos sobre las redes de comunicación.
“Se está dejando de considerar el cableado estructurado como un commodity dentro de una instalación, por lo tanto, ya no es la última especialidad dentro de un sistema global. A diferencia de lo que pasaba hace 10 o 15 años, los usuarios están demandando mejor ancho de banda y calidad de servicio de sus plataformas de comunicaciones. Ciertos sectores (como data centers y hospitales) ya lo están entendiendo”, sentencia Ricardo Meneses.
Según el profesional, contar con una asesoría especializada puede ayudar a las constructoras, arquitectos y proyectistas a optimizar sus diseños en lo referente a redes de cableado. “Por ejemplo, en un hotel, el metro cuadrado es muy caro, pero con un buen diseño, se puede mejorar el aprovechamiento de los espacios”, agrega.
“Hay que pensar que el cableado estructurado tiene una vida útil que considera los anchos de banda que serán requeridos en el futuro. Por lo tanto, cuando uno específica, no solo lo hace pensando en lo que requiere ahora el cliente, sino en las necesidades que tendrá en unos años más”, indica.
Tecnologías del futuro
En la actualidad, el estándar de cableado más reciente aprobado por la Telecommunications Industry Association (TIA) para ambientes corporativos y edificios en general es la Categoría 6A (Cat 6A), que soporta tasas de transmisión de hasta 10 Gbit/s (10-Gigabit Ethernet) en distancias de hasta 100 m. En este sentido, Nilson Parra aclara que ya se están desarrollando nuevas tecnologías para aplicaciones que no requieren las especificaciones de la Cat 6A. “Para usuarios cuyas necesidades de transmisión de datos no son tan exigentes como las brindadas por estos sistemas, ya están saliendo tecnologías que pueden usar la infraestructura de cableado existente y proveer mayor ancho de banda (2.5 o 5 Gbit/s), brindándoles una opción más allá de los tradicionales 1 Gbit/s o 10 Gbit/s)”, señala.
Foto: Gentileza Furukawa.
Otra tecnología que está empleándose cada vez más en los proyectos de cableado estructurado, es la fibra óptica. “Si bien el sueño de ‘Fibra al Escritorio’ (FTTD, por sus siglas en inglés) tiene más de 20 años, el actual rendimiento de estas plataformas es muy superior al de ese entonces. Quizás en cinco años, la tendencia sea FTTX (Fiber to the X), especialmente en entornos corporativos y para los servicios Triple Play”, acota. “Con la llegada de la fibra óptica, se amplían las posibilidades técnicas, pues se reducen los tamaños de ductos y bandejas, disminuyendo peso y generación de calor, y se aumenta el rendimiento”.
En este sentido, Ricardo Meneses agrega que uno de los puntos débiles de la fibra óptica es que no puede usarse con equipos PoE (Power over Ethernet, tecnología que suministra energía al equipo conectado a través del mismo cableado estructurado), como cámaras de videovigilancia y access points. “Por esta razón, se está desarrollando una fibra híbrida con la que se pueda suplir esta desventaja”, explica.
En todo caso, para los especialistas está claro que la importancia del cableado estructurado en los proyectos constructivos continuará creciendo, por lo que se hace esencial que tanto constructores y arquitectos como mandantes se acerquen a las marcas para conocer las novedades en este campo.