Colocar una valla alrededor de una piscina consiste en cercar su perímetro y en que cumpla con todos los requisitos de seguridad para evitar que niños accedan a ella. Los vallados tradicionales son concebidos para otras aplicaciones, por lo que habitualmente no cubren los espacios y son inseguros para este uso. En cambio, las vallas BABYSECUR son infranqueables y poseen cierres de seguridad exclusivos BabyLatch®, imposibles de abrir por niños pequeños; postes estructurales de diseño propio que no se quiebran; tejido de alta resistencia que amortigua golpes; y son instaladas por la red de instaladores certificados de la empresa. Además, estas vallas son estéticas; prácticas; no requieren mantenimiento al estar compuestas por materiales resistentes al maltrato, al agua, al cloro y al sol; y mantienen la piscina más limpia al evitar el paso de pequeños animales, hojas y césped recién cortado.
Ligeras y enrollables, se desmontan parcial o totalmente en cinco minutos, y cuando se retiran, se proveen tapones que combinan con el color del suelo. En piscinas comunitarias o con niños mayores puede agregarse una puerta de cierre automático con cerradura magnética. Están disponibles en diferentes alturas y colores, permitiendo una completa armonía de diseño. Son 100% adaptables a cualquier forma de piscina, lo que hace posible instalarlas sobre el bordillo y aprovechar al máximo el espacio.
BABYSECUR destaca por la seguridad, calidad, innovación de sus vallas, con garantía por cinco años, instaladas con maquinaria específica por un equipo propio de profesionales.