Diego Lizana.
¿Cómo mejorar la aislación de las viviendas?
Una de las principales pérdidas de calor se produce a través de los techos y muros, por lo que mejorar el aislamiento térmico puede significar ahorro energético y monetario en la calefacción.
Una capa de tres cm. de lana de vidrio, poliestireno expandido o poliuretano (los materiales más habituales) tienen la misma capacidad aislante que un muro de piedra de un metro de espesor. La aplicación de este tipo de materiales en paredes expuestas al exterior de la vivienda es posiblemente la medida más costo-eficiente disponible.
Paralelamente instalar ventanas de doble cristal y marco con rotura de puente térmico es una segunda opción. Esto puede reducir casi a la mitad la pérdida de calor en algunos casos, disminuyendo además, el ruido, sin embargo, esta es una solución en muchos casos menos costo-eficiente que la mejora de muros, en especial en el caso de viviendas donde predomina mayormente la cantidad de superficie de muros que de ventanas (esta es la variable a considerar).
Por otra parte, las infiltraciones de aire a través de sellos en puertas y ventanas son un factor importante y muy costo eficiente a la hora de mejorar la vivienda con un presupuesto limitado. En algunos casos, las infiltraciones de aire pueden significar entre el 25 y 30% de las necesidades de climatización se deben a las pérdidas que se originan por tales filtraciones. Utilizar medios sencillos como silicona, masilla o burletes de goma puede ser de gran utilidad.
¿Cuáles son los métodos más utilizados para calefaccionar viviendas?
Mantener nuestras casas temperadas es una necesidad, sin embargo se pueden buscar fuentes de calefacción más limpias, seguras y menos contaminantes como la electricidad, la calefacción central o los radiadores. Lo importante es evitar las fuentes de calefacción más contaminantes como estufas a leña y también a parafina, no considerando las de última tecnología que vienen con estándares de calidad y eficiencia energética.
En la actualidad lo más utilizado son las estufas y calefactores, por lo que es importante, antes de adquirir este producto, preguntar al vendedor cuántos metros cuadrados calienta, a qué temperatura calienta, y qué tipo de calor produce (húmedo o seco). Además se puede preguntar sobre su gasto mensual. Una vez que se instala un medio de calefacción, se recomienda no ponerlo cerca de la puerta o bajo ventanas, ya que el calor se perderá con mayor facilidad. Estas medidas ayudan a tener una menor demanda de energía para calefaccionar los metros cuadrados de la vivienda, contribuyendo con ello a una disminución en el gasto de combustible que utilice el sistema de calefacción que se elija.
¿Por qué es importante contar con un sistema de calefacción eficiente?
Considerar la variable “eficiencia energética” al momento de calefaccionar, va en la dirección de la correcta elección de equipos y mejorar el inmueble para evitar las pérdidas de calor, combinando esto con adecuadas prácticas de ventilación, se logra hacer eficiente una calefacción, manteniendo niveles de confort adecuados al interior de los recintos.
Es por esto que si tomamos en cuenta la eficiencia energética sin duda disminuiremos la necesidad de calefaccionar una vivienda, pues antes de comprar un artefacto que aumente la temperatura del inmueble nos habremos preocupado de aislarlo térmicamente, lo que aportará en la reducción de necesidad de calefacción de hasta un 30%, con ello se utilizará menos combustible y se contaminará menos.
Desde el punto de vista ambiental, el uso eficiente del “combustible” que utilice el sistema de calefacción (electricidad, gas, kerosene, leña, etc), ya sea porque el equipo en sí es eficiente o por la operación que se haga de él, resulta en dos consecuencias beneficiosas, por una parte ahorro de energía ($) y por otra en la disminución de contaminación o emisión de gases de efecto invernadero. Así, la relación de la eficiencia energética y medio ambiente está siempre presente.
¿Cuáles son los artefactos más eficientes de acuerdo a cada tipo de ambiente?
En la actualidad existe una amplia oferta de equipos que son más eficientes energéticamente, en general la gente no está muy informada al respecto, fijándose principalmente en el precio del equipo. Sin embargo, lo primero es saber cuántos metros cuadrados voy a calefaccionar y la potencia (kW) del equipo y qué nivel de confort deseo obtener al interior de la vivienda.
Hoy se pueden buscar fuentes de calefacción más limpias, seguras y menos contaminantes como la electricidad, la calefacción central o los radiadores. Lo importante es evitar las fuentes de calefacción más contaminantes o que no consideren la última tecnología con altos estándares de calidad y eficiencia energética.
Tips de calefacción y climatización
Calefacción: Es importante elegir una estufa o calefacción adecuada al tamaño del recinto a calefaccionar. Además, al temperar una habitación es conveniente mantener cerradas puertas y ventanas; y si se tiene una estufa con termostato, no prenderla y apagarla a cada rato pues gastará más energía. También es necesario ajustar puertas y ventanas con aislante. y , si es posible, invertir en doble vidrio.
Climatización: Se debe considerar que una temperatura de 20°C en invierno es suficiente para mantener la confortabilidad en un espacio.
Es recomendable apagar la calefacción por la noche y por la mañana, y encenderla después de haber ventilado y limpiado la casa y cerrado las ventanas. Asimismo, al salir de la vivienda por unas horas, en período de invierno, es adecuado reducir la posición del termostato a 15°C (la posición “economía” de algunos modelos corresponde a esta temperatura).
También es importante cerrar las persianas y cortinas por la noche para evitar pérdidas de calor; evitar el uso de calefactores individuales; considerar el uso de fuentes energéticas renovables y limpias, como apoyo al sistema de calefacción y agua caliente, como la utilización de la energía solar; y mantener la humedad relativa entre 40%-60%.