Sebastián García M., docente de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Construcción de Universidad Mayor, señala que las variables del confort térmico son variadas, destacando entre ellas la temperatura del aire, humedad, velocidad del aire, temperatura de paredes y objetos, tipo de actividad y vestimenta, entre otras. Agrega que “la falta de confort térmico en una vivienda nos obliga a conseguirlo de manera artificial, generando mayor inversión y un mayor gasto energético”.

El arquitecto Magíster en Eficiencia Energética en Edificación añade que la habitabilidad de un espacio está determinada por el diseño arquitectónico. “Una arquitectura sensible a las invariantes del clima, orientación, forma, envolvente, relación muro y ventana, etc. aprovecha la energía disponible para mejorar la habitabilidad de los espacios disminuyendo su dependencia energética, aprovechando los recursos disponibles, aumentando la vida útil del inmueble y mejorando la calidad de vida de los ocupantes”, sostiene. De esta manera, indica que el desafío central para arquitectos y constructoras es la eficiencia energética, es decir, disminuir la demanda de calefacción a través de diseño y una correcta ejecución de obra, logrando así una menor dependencia de energía auxiliar.

Con el objeto de mejorar la calidad de vida de la población entregando un adecuado confort a las personas al interior de sus viviendas, y asumiendo que para eso las condiciones constructivas y de habitabilidad de las viviendas de nuestro país debían ser mejoradas, el Ministerio de Vivienda y Urbanismo tomó la determinación en 1996 de implementar un programa para reglamentar el acondicionamiento térmico de las viviendas, buscando mejorar el comportamiento de los elementos que componen su envolvente, mediante modificaciones a la Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones (OGUC).

Jocelyn Figueroa Yousef, Jefa de la División Técnica de Estudio y Fomento Habitacional del Ministerio de Vivienda y Urbanismo, explica que estas modificaciones se proyectaron en etapas y su objetivo fue fijar las exigencias mínimas de aislación para los distintos complejos constructivos de las viviendas, según la zona térmica de emplazamiento. En ese marco y pensando en una aplicación progresiva, en 1999 se incorporó a la OGUC el texto de la primera etapa de la reglamentación, indicando que “todas las viviendas deberán cumplir con las exigencias de acondicionamiento térmico que se señalan”, definiendo tablas de valores límites expresados en transmitancia térmica y resistencia térmica para el complejo de techumbre.

Esta etapa entró en vigencia en 2000 con el diseño de una zonificación térmica en base a los grados día de calefacción, la cual concluyó con siete zonas. La Jefa de Ditec del MINVU agrega que la segunda etapa prevista entró en vigencia en 2007, incorporando valores de transmitancia térmica máximos para el complejo de muros que limitan el espacio interior de la vivienda con el exterior, y para el complejo de pisos inferiores ventilados (que no se encuentran en contacto con el terreno). Asimismo, estableció exigencias de porcentajes máximos de superficie de ventanas respecto a paramentos verticales de la envolvente, según el tipo de vidrio (monolítico y DVH). Este programa de acondicionamiento térmico de viviendas, se encuentra vigente y en proceso de modificación.

Con el fin de mejorar los estándares de confort interno de las viviendas (desempeño higrotérmico que incide en la temperatura y la humedad del ambiente interior), resguardar la durabilidad de las viviendas eliminando patologías derivadas de la humedad y condensación, la necesidad de disminuir el consumo energético relacionado con la calefacción y la consiguiente reducción de emisiones de material particulado al medio ambiente, el MINVU en coordinación con los Ministerios de Energía y Medio Ambiente ha trabajado en impulsar una actualización de la reglamentación térmica vigente, en concordancia con el Plan de Acción de Eficiencia Energética definido para el año 2020 (que es parte de la Agenda Energética) y la Estrategia de Descontaminación Atmosférica. La adecuación de la normativa ha requerido de varias etapas para su desarrollo. En primera instancia se consideró un estudio técnico para establecer las condiciones de confort térmico adecuadas a las características climáticas de cada zona de nuestro país.

A partir de las conclusiones de este estudio, el MINVU redactó una propuesta de actualización de la reglamentación térmica que fue sometida a consulta pública durante el primer semestre de 2014, y que consideró:

• Una nueva zonificación térmica, incorporando consideraciones climáticas (oscilación térmica).

• Actualización de los valores de transmitancia térmica para techos, muros y pisos ventilados.

• Actualización de las exigencias para ventanas, considerando porcentajes máximos según orientación y factor solar modificado, que regula la radiación que incide en la ventana.

• Incorporación de exigencias térmicas a puertas y puentes térmicos de la envolvente y del sobrecimiento.

• Incorporación de requerimientos para el control de infiltraciones de aire e incorporación de sistemas de ventilación.

• Incorporación de requerimientos para la disminución del riesgo de condensación (intersticial y superficial), responsable de patologías asociadas a la formación de hongos y moho.

• Inclusión de exigencias de comportamiento térmico a establecimientos de salud y educación.

Esta propuesta fue analizada en una mesa de trabajo, sugiriéndose nuevos elementos a verificar. Con los resultados de la primera mesa, y la necesidad de complementar la propuesta de modificación de la Reglamentación Térmica es que, durante el primer trimestre de 2015 se ha convocado y ampliado el número de representantes de las partes interesadas en la mesa de discusión con el fin de establecer a través de un proceso participativo y conjunto, los ajustes técnicos, funcionales y constructivos pendientes y necesarios para la implementación de la nueva normativa. Esta etapa final de revisión y mejora, procura establecer un estándar técnico equilibrado, desde el punto de vista económico y constructivo, sin perder de vista la necesidad real de avanzar en diseños constructivos más sustentables que mejoren la calidad de vida de las personas y su entorno.

A su vez, y teniendo presentes los objetivos de reducción de consumo energético y disminución de niveles de contaminación a partir del mejoramiento de las condiciones de habitabilidad de las viviendas, es que el MINVU ha definido los estándares requeridos para la aplicación del subsidio de acondicionamiento térmico de viviendas existentes en aquellas zonas declaradas saturadas por los Planes de Descontaminación Ambiental (PDA) que lleva adelante el Ministerio de Medio Ambiente. Estos estándares se han establecido en concordancia con el trabajo desarrollado para la actualización de la reglamentación térmica. Para la aplicación de este subsidio, el ministerio se encuentra desarrollando herramientas de apoyo, adecuadas a cada ciudad, con soluciones constructivas y especificaciones técnicas que serán puestas a disposición de los usuarios y de las empresas para facilitar su implementación.

Como complemento y con el objetivo de evaluar e informar del consumo de energía de las viviendas a los propietarios y futuros compradores, el MINVU y el Ministerio de Energía han desarrollado e implementado el sistema de Calificación Energética de Viviendas (CEV), herramienta que se encuentra en etapa de evaluación y mejora, considerando su futura obligatoriedad.