REVESTIMIENTOS DECORATIVOS Estética y mucho más | | | |  | | El destacado profesional señala que hay que considerar que estos frecuentemente deben aplicarse en concordancia con el sistema estructural utilizado, ya que muchas veces no son solo una aplicación con fines estéticos, sino que se transforman en una piel constitutiva del propio sistema constructivo. Si bien hoy existe una amplia gama de alternativas, Ian Tidy clasifica tres grandes grupos: los revestimientos naturales, los revestimientos sintéticos (y/o reconstituidos) y los revestimientos de imitación. Revestimientos naturales Con revestimientos naturales el arquitecto se refiere principalmente a varios tipos de piedra (entre ellas granitos y mármoles), la madera en todas sus variedades, el vidrio, el acero, y textiles, entre otros. Explica que la nobleza de este tipo de revestimientos radica en expresar el material en su forma esencial, explotando sus características naturales como textura, color y nivel de brillo, así como también la variación de estos mismos, tan propia de los elementos naturales. Revestimientos sintéticos En relación a los revestimientos sintéticos, Ian Tidy comenta que en esta categoría se encuentran los polímeros, piedras reconstituidas, maderas reconstituidas, laminados de alta presión (fórmica), pinturas, etc. En general, estos revestimientos tienen propiedades muy distintas a los naturales, y se justifican según la aplicación. En este sentido, son materiales con propiedades técnicas distintas a las de los elementos naturales (resistencia, impermeabilidad, higiene, etc), y que los hacen muchas veces apropiados para aplicaciones específicas, sostiene. Agrega que este tipo de revestimiento incorpora muchas veces una paleta de colores que permite su aplicación con fines comerciales. Revestimientos de imitación Por último, están los revestimientos de imitación, es decir, los que buscan establecer un puente entre los dos grupos anteriores. Generalmente son materiales sintéticos que por medio de sistemas de impresión y/o moldaje, buscan imitar materiales naturales como la madera o la piedra. Desde mi perspectiva, este segmento se ha desarrollado bastante en la última década. Lo que en un principio eran burdos intentos de semejanza con texturas naturales, hoy la tecnología de impresión y la capacidad de integrar una mayor cantidad de variación en los patrones y texturas, aproximan a estos materiales a resultados muy similares a sus referentes. De esta manera, este tipo de revestimientos muchas veces se transforman en una alternativa que puede ser justificada, indica Tidy. Añade que si bien las disciplinas del diseño y la arquitectura son susceptibles a la influencia de la moda, esta última varía y se actualiza constantemente. En este sentido, acota, hay que ser cuidadoso, ya que tanto el diseño como la arquitectura muchas veces permanecen por ciclos más largos, por lo que la elección de un revestimiento y su consecuencia estética, a mi juicio, deberían responder a la identidad que se le quiere imprimir a la obra, la que debe fundarse en intenciones y en respuestas al contexto físico e histórico. El arquitecto concluye que en la medida en que esta identidad esté bien construida (y los materiales seleccionados en sincronía con esta intención), la obra permanecerá como un referente de su propia época. En el caso contrario, obsolece y se destruye, lo que, pienso, se traduce en fracaso. | |