El Colegio Saint George se propuso diseñar un edificio de Ciencias y Tecnología que rompiera el paradigma del estudio de las ciencias como algo misterioso y oculto. Para esto se pensó en un espacio muy iluminado, transparente, en un lugar de mucha circulación para acercar las ciencias a todos. Se contemplaron, además, vitrinas de exposición de trabajos de los alumnos para presentarlos a la comunidad educativa, y un espacio
especialmente dedicado a los más pequeños (PK a 4° básico), donde tienen la oportunidad de acercarse a las ciencias de manera lúdica y entretenida.
La construcción posee 2.576 m², que se distribuyen en ocho laboratorios para química, física y biología; cuatro talleres de tecnología; una sala multiuso para conferencias; y seis salas de preparación. Cabe señalar que a través de esta obra también se busca innovar en la enseñanza de temas sustentables al ser un edificio educativo no contaminante, lo que potencia la instrucción de los alumnos/as en materias relacionadas con el cuidado del medioambiente.
Un adecuado diseño
La sustentabilidad del edificio comienza con la decisión de construir en dos pisos para mantener las áreas verdes del colegio.
La obra es, además, un edificio abierto para aprovechar al máximo la ventilación natural por sobre sistemas mecánicos o forzados. Su diseño puso especial atención en el uso eficiente de la energía. Para este objetivo, se utilizó un sistema de bomba de calor para calefaccionar las salas, el que aprovecha la energía disponible en el aire, disminuyendo considerablemente la emisión de CO² en el ambiente.
Asimismo, se diseñó una envolvente que permitiera apoyar este acondicionamiento térmico y ambiental, con una buena orientación y exposición al sol, el uso de ventanales con termopanel y estructuras metálicas con tensores, que permitiesen regular la entrada de sol en invierno y verano a través de vegetación de hoja caduca al sur y una mezcla de hoja caduca y perenne al norte.
Por otra parte, en los suelos del edificio se utilizó un sistema de aislación que permitiera cortar los puentes térmicos.
El agua caliente de todos los laboratorios y talleres es generada 100% por energía solar.
Iluminación de bajo consumo
Otro aspecto en el que se tuvo especial cuidado fue el uso de iluminación de bajo consumo, apoyada con el empleo de paneles fotovoltaicos en sectores donde la luz debía permanecer prendida durante el día, como son las vitrinas de exposición de trabajos de alumnos/as.

Además, tanto la iluminación eficiente como los equipos de calefacción y solares, se instalaron en un sector accesible para que los estudiantes puedan observarlos y apoyar sus investigaciones sobre ecología y sustentabilidad.
Cabe destacar que la eficiencia en el uso de las energías ha permitido que este edificio evite la emisión de 20 toneladas de CO² al año, lo que equivale a haber plantado 1.000 árboles en el colegio (cada árbol es capaz de limpiar 20 kg de CO² al año).