Los tabiques y paneles cumplen la función básica de separar dos recintos, de manera de dar a cada uno un ambiente distinto y se diferencian de los muros porque no son estructurales. Generalmente su espesor varia de 1 a 4 pulgadas, dependiendo de su materialidad, y gracias a su alta masificación en el mercado de la construcción como divisores de ambientes, hoy ya no sólo se utilizan en viviendas -como era sus inicios- sino que se han expandido a todo tipo de obras.
Tal ha sido su penetración, que como señala Alejandro Ossandón, Ingeniero Civil y Arquitecto, y Académico de la Escuela de Construcción Civil de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Construcción de la Universidad Mayor, en la actualidad la tecnología de los paneles se está proyectando también como estructura auto-soportante, para edificaciones de 1 y 2 pisos, gracias a las ventajas que proporciona su bajo peso, mayor rapidez en el proceso de construcción y menores costos totales.
Los cerramientos, en tanto, también son altamente utilizados a la hora de cerrar o ampliar determinados espacios, como puede ser, por ejemplo, una terraza.
Innovación
Uno de los principales factores que diferencian a los tabiques y paneles que se utilizan hoy respecto a los que se ocupaban antes, es su simpleza y facilidad de instalación. Esta variable es fundamental especialmente hoy en día, en que según Jorge Alliende B., Director de la Escuela de Construcción Civil de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Construcción de la Universidad Mayor, no sólo se ocupan tabiques en obras nuevas, sino que también en proyectos de remodelación de construcciones ya existentes.
A su juicio, la importancia de los tabiques divisorios -que pueden ser en base a paneles o no- radica principalmente en su capacidad de garantizar la resistencia acústica y térmica que se requiere para cada aplicación, y junto con eso, en caso de un sismo, poder adaptarse a una estructura en movimiento. Asimismo, su importancia en proyectos constructivos está dada por sus múltiples ventajas: bajo peso, mayor facilidad de transporte y gran eficiencia y rendimiento en obra, al permitir un trabajo más humano por parte de los trabajadores.
Su desarrollo y masificación han estado motivados también por el gran desarrollo de materiales y tecnologías que mejoran su performance en la construcción. En este sentido, Alejandro Ossandón señala que en materia de paneles estamos asistiendo en forma permanente a nuevos avances e innovaciones. "Por ejemplo, existe una gran variedad de cerramientos en madera y acero, y otros de alta resistencia al agua, especialmente desarrollados para ambientes húmedos como baños y cocinas, que cuentan con aditamentos especiales. Hoy están disponibles paneles revestidos con pinturas elastoméricas, es decir, con alto grado de elasticidad, de manera que puedan resistir grados mayores de deformación sin producir fisuras en sus superficies", destaca.
Asimismo, señala que hemos avanzado significativamente en cuanto al uso de geotextiles, láminas en base a textiles que también permiten dar mayor elasticidad a los paneles y que cuando se utilizan como aditamento en papeles murales, pueden contribuir a mejorar la capacidad de deformación que pueden tener los paneles dentro de una gran estructura.
Tabiquería y sismos
Para mejorar la experiencia y los resultados con paneles y tabiques, Jorge Alliende estima que es muy importante establecer los cambios que implicó el terremoto de febrero de 2010. "Definitivamente, luego del sismo mayor del 27F en Chile hablamos de un antes y un después en cuanto a construcción. Parte importante de los problemas que se produjeron en edificación fueron precisamente en tabiques y paneles interiores; se soltaron planchas, paneles y tabiquerías, probablemente porque los afianzamientos estaban mal diseñados o mal ejecutados. Hubo separaciones de los cerramientos, muchos edificios sufrieron daños en la unión entre el tabique y las losas de los edificios, porque al ser materiales diferentes reaccionan de distinta manera ante un sismo", explica.
De ahí la importancia de cumplir con las normas de fijación y la necesidad de seguir las recomendaciones de los fabricantes, para obtener un resultado óptimo en la instalación de cerramientos, paneles y tabiques, y para cumplir con tres características fundamentales: lograr buen comportamiento durante un sismo, ser acústica y térmicamente aptos, y generar las condiciones necesarias para que en su cara interior puedan hacerse correctamente las instalaciones, entre ellas, energía eléctrica, corrientes débiles, agua potable y gas, entre otras.
De cumplirse estas condiciones, y utilizándose para lo que fueron creados -que es establecer divisiones entre dos espacios y no como estructura soportante- los tabiques podrían masificarse y convertirse en uno de los materiales de construcción más demandados, derribando, de paso, el mito que los asocia a un material débil.