Profundizando en esta materia, el académico de Duoc UC explica que "durante los últimos años el sector de la construcción ha experimentado un creciente interés por la calidad. Ello, porque, por una parte, los clientes y usuarios son cada vez más exigentes y reclaman mayor calidad en un producto (obra); y por otra, las empresas constructoras, han tomado conciencia de que el costo de la no calidad (fallos, retrasos, averías, repeticiones, etc.) llega a suponer entre el 5% y el 10% de la producción y/o ejecución de los proyectos".
El profesional agrega que el mercado está más atento a la mayor garantía de calidad que puedan ofrecer las empresas a sus productos y/o servicios ligados al área construcción, sin embargo, aún existen algunas empresas que privilegian el menor costo de venta para posicionarse.
La tendencia, en todo caso, apunta a ofrecer calidad, garantía, mejores servicios complementarios y a un menor costo final.
En busca de la diferenciación
Juan Francisco Vega comenta que hoy existen diversos organismos y/o laboratorios dedicados a certificar la calidad de un determinado material, producto o servicio.
"Existen normas chilenas al respecto, publicadas por el Instituto Nacional de Normalización (INN), que deben ser cumplidas obligatoriamente si están citadas en una ley, ordenanza o reglamento.
La normativa internacional como ISO o las normas norteamericanas sirven cuando no hay reglamentación al respecto en nuestro país, para homologar dicha norma o servir de base para la confección de una nueva al respecto. Éste es el estándar mínimo que estas instituciones deben cumplir", afirma.
Cabe señalar que los proveedores del sector construcción están dando mayor importancia al tema de la certificación de calidad, ya que es un punto importante para diferenciarse y para reforzar su alianza estratégica con las constructoras e inmobiliarias. En cuanto a los clientes, un segmento importante de la población está valorando el tema de la certificación y no tiene problemas en pagar más por productos o servicios certificados, si eso significa mayor duración, más resistencia o mejorar el atributo valorado. Para otros segmentos, sin embargo, el costo sigue siendo una limitante y el punto más valorado a la hora de elegir.
No obstante lo anterior, el Director de Técnico en Construcción Duoc UC Alameda indica que a futuro va a ser clave contar con algún tipo de certificación de calidad, en el marco de un mercado cada vez más globalizado y competitivo. "Hoy se ve como un elemento diferenciador que sube de categoría a quienes lo tienen. En el futuro cercano va a ser simplemente el estándar y aquellos que no lo tengan quedarán marginados del mercado", sostiene.
Diversas opciones a la hora de certificar
En Chile existen diversos centros certificadores, con especialistas, tecnología y la infraestructura necesaria para desarrollar su labor. Al respecto, Juan Francisco Vega comenta que "lo que existe hasta la fecha ha funcionado bien, pero en un futuro cercano va a ser poco", dado el creciente interés por este tema.
En cuanto a beneficios, añade que los beneficios que reporta a una constructora trabajar con materiales, productos y/o servicios certificados son diversos. A modo de ejemplo, señala que "al reducirse las fallas hay menos costos por eventuales problemas en la postventa. Asimismo, al cumplir con estándares precisos, los costos bajan y la productividad aumenta".
Para el futuro usuario, en tanto, la mayor calidad se traduce en menor necesidad de reparación o recambio, menos fallas, que es lo que todo mundo quiere.