 | Gerardo Gran Scheuch | Gerardo Gran Scheuch, estudiante de Ingeniería en Construcción de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad Central de Chile, de 25 años, en el año 2001 comenzó a vislumbrar lo que hoy no sólo es su proyecto de tesis, sino también una oportunidad de negocio y de contribuir al medioambiente. Siempre había querido hacer un trabajo que tuviera valor agregado y que fuera un aporte para el desarrollo de la construcción en Chile. Fue así como me puse a investigar y leí un artículo en un medio de comunicación argentino que daba cuenta de Ladrillos de Plástico y de impacto en la construcción. Así que no lo pensé dos veces, me puse en contacto con las personas indicadas y aquí estoy, haciendo ladrillos en base a plástico triturado, agua y cemento, expresó el estudiante. Un sistema con muchas ventajas Estos ladrillos están hechos en base a plástico triturado, a partir de botellas de plástico (envase, tapa, etiqueta), cemento y agua (el valor del plástico triturado en Chile fluctúa alrededor de los $70 por kilo). Dentro de las ventajas de este tipo de ladrillos destaca que son más livianos que un ladrillo fiscal (2,7 kilos el fiscal versus 2,3 kilos) y que al estar hechos sobre la base de plástico mejoran la aislación tanto térmica como acústica. Por otra parte, son más fáciles de trabajar, no son tan frágiles como un ladrillo tradicional y son más limpios dado que no necesitan de un horno para su cocción, como sus similares convencionales, sino que basta ponerlos al sol y a temperatura ambiente. Cabe señalar, que es posible añadir aditivos a estos ladrillos de plástico para mejorar sus características técnicas. Una solución sustentable A juicio de Gerardo Gran Scheuch, con esto se reemplaza parcialmente una tecnología muy arraigada en nuestra sociedad para la construcción de viviendas, como es el ladrillo común de tierra cocida (elaborado con un recurso no renovable), que se produce a partir de la extracción de la capa de tierra superficial vegetal (humus), y posterior quemado en grandes hornos a cielo abierto, constituyéndose en un verdadero problema ecológico que se puede corregir. De acuerdo a las expectativas existentes en torno a esta innovación, se espera que esto ayude a construir viviendas en lugares de extrema pobreza, generando nuevos puestos de trabajo, pero principalmente contribuyendo a sentar las bases para impulsar una conciencia sustentable de la construcción nacional. |