Un sistema que beneficia a los compradores La compra de una vivienda -sin importar el tramo socioeconómico- suele ser la adquisición más importante de la vida de una familia, tanto por el monto que implica, como por ser un proyecto familiar que se convierte en una fuente de ahorro. Por lo mismo, es completamente lógico que el Estado apoye a las personas a lograr un avance como éste a través del sistema tributario. En caso de que se apruebe una medida como el fin de esta devolución parcial, el Estado generará justamente el efecto contrario al que busca, encareciendo las viviendas y haciendo que las personas dispongan de menos metros cuadrados para comprar o que, incluso, pierdan la posibilidad de acceder a una vivienda. Ello sucede por una situación muy simple: en la medida que los ingresos de los ciudadanos se mantienen constantes, como el precio sube, sólo pueden acceder a viviendas más pequeñas o de inferior calidad. Esto implica, además, que se impide a las personas normales tener la posibilidad de mejorar su calidad de vida. Como se sabe, el IVA es un impuesto dirigido al consumo o gasto y no a la inversión. Las razones de por qué se ha ideado un sistema de devolución parcial, radican en establecer un mecanismo que evite la evasión y la elusión del impuesto en toda la cadena de la construcción, y en ello ha tenido un gran éxito. Los que se benefician con esta devolución de IVA son los compradores de las viviendas, de manera tal que si se suprime, verán como se encarecerá su compra en valores aproximados al 8%. El IVA en la construcción En el caso del IVA en la construcción, las compañías actúan sólo como recaudadoras de este impuesto. Si éste no puede ser descontado de la construcción, deberá ser sufragado por los compradores de las casas. Por otro lado, la compra de vivienda será la única inversión afecta a IVA. Todo esto resulta particularmente injusto en contra de los que no tienen viviendas y a favor de los actuales propietarios, que sí adquirieron con el sistema de devolución parcial vigente. Llama la atención que cuando una política de fomento a la compra de vivienda ha resultado tan positiva, disminuyendo fuertemente (en un 50% en los últimos 15 años) el déficit habitacional, haya quienes propugnen cambiarla, máxime si no comprenden cómo opera. Por lo mismo, es un golpe directo a la clase media, ya que este segmento en Chile es el que tiene un mayor volumen de compra casas y departamentos y, por lo mismo, se les está arriesgando a que no puedan acceder a una mejor vivienda. Si el ejecutivo compra esta idea y auspicia un proyecto de ley en este sentido, logrará que la actividad se resienta, aumente la desocupación y en definitiva se dañe a los que no tienen viviendas, sin un beneficio para nadie. |