Presente en el mercado local desde 1992, esta empresa de instalaciones sanitarias posee la particularidad de trabajar sólo para un mandante, la constructora Socovesa, para la cual ejecuta un promedio de 400 operaciones al año en viviendas de diferentes tipos de segmentos. Principalmente, la compañía realiza labores de montaje que incluyen sistemas de alcantarillado domiciliario, agua potable, red de gas, y también la instalación de artefactos tales como vanitorios, excusados, tinas, lavaplatos y cocinas, entre otros. Desde un comienzo, la compañía realizaba todas las instalaciones con cañerías de cobre, sin embargo, en los últimos años este producto comenzó a generar una serie de dificultades tanto para el mandante como para Insamach. "Debido al alto precio que ha experimentado la libra de cobre en el mercado internacional, comenzamos a sufrir una serie de robos en las diferentes obras de construcción", sostiene Chávez, quien tiene una experiencia de más de 35 años en este rubro. Además, dicha problemática implicó una serie de inversiones para Socovesa en materia de seguridad, como la instalación de sistemas de vigilancia y una mayor dotación de guardias para resguardar dicho producto. "Por tal motivo, decidimos buscar una alternativa viable que nos permitiese, por un lado, reemplazar con éxito las cañerías de cobre y, por otro, reducir las pérdidas que estábamos sufriendo producto de la sustracción ilícita del mineral", explica. Homopolímeros Como alternativa de mercado, hace cerca de un año surgió un producto de plástico autoroscante, pero éste no cumplía con los requerimientos mínimos, ya que sufría una serie de filtraciones debido a la mala calidad de las uniones. "En un principio, tuve problemas con los ejecutivos de Socovesa, quienes estaban decididos a emplear esta cañería, pero a mí nunca me dio confianza. Incluso tiempo después, una reconocida empresa constructora sufrió graves pérdidas por utilizar dicho producto", recuerda Chávez. Fue así como Insamach llegó hasta el proveedor Termolen Fusión, que le ofreció una cañería con tecnología termoplástica. "En un principio tuve mis reticencias, y fue muy difícil que me convencieran, pero luego me di cuenta de la calidad del producto y decidí utilizarlo en mis instalaciones sanitarias", explica. Los tubos y conexiones Termolen están hechos en base a Polipropileno copolímero random III (desarrollado sobre la base de Polipropileno y etileno), lo cual permite unir las partes por sistema de fusión, convirtiendo la red de instalación en una sola pieza. El tubo Termolen, liviano y de fácil manipulación, asegura mayor caudal en el tiempo, ya que sus superficies internas lisas impiden la formación de sarro y también permite maximizar el aprovechamiento de la presión de red. Además, presenta una alta resistencia química, es apto para la conducción de líquidos agresivos, no transmite olor ni es tóxico, y no se ve afectado por corrientes galvánicas o parásitas. Producto homogéneo y seguro De acuerdo a Chávez, la cañería Termolen posee las mismas características técnicas que el cobre, además el tipo de soldadura que utiliza para unir las cañerías es más sencillo, ya que no requiere pasta, soplete, lija y hojas de sierra, entre otros. Es así como el obrero requiere sólo una cortadora y una fusora para realizar la unión de las piezas. "Me demostraron en terreno mismo que la fusión entre dos elementos, como son el Accesorio y la cañería, es homogénea y segura", afirma. Entre sus ventajas, destaca por ofrecer mayor economía y entregar la misma seguridad que el cobre; además, el sistema permitió solucionar la problemática asociada a la sustracción de cobre. "Hoy no existen robos y puedo garantizar a los clientes plena seguridad de que la instalación es de óptima calidad". Al ser esta aplicación de características similares al cobre, los trabajadores requieren de un escaso nivel de capacitación, motivo por el cual no se necesita nueva mano de obra especializada, lo cual implica un evidente costo para la empresa. "Para mi gente no fue un cambio tan drástico, al contrario, fue muy fácil", indica. La asistencia postventa ha funcionado de manera adecuada, ya que Termolen ha respondido de forma oportuna y eficiente a los requerimientos de la empresa. "Más que nada, les he solicitado que se preocupen de controlar que los trabajadores cumplan con las normas de operación e instalación del producto. Hemos sido muy exigentes en cuanto a la supervisión de este proceso", sostiene. "Pero Termolen nos ha cumplido a cabalidad y ésa es una de las claves para que las relaciones comerciales funcionen", concluye. |