Especificando adecuadamente Sin embargo, hay muchas clases de vidrio cuyo aspecto es el mismo, pero su resistencia y/o forma de ruptura ante un impacto es diferente, por lo que incorrectamente empleados pueden producir situaciones de riesgo para las personas. Es imprescindible adoptar criterios de diseño en áreas consideradas de riesgo, especificando cristales de seguridad con el objeto de neutralizar o minimizar consecuencias no deseadas en caso de accidente. Gracias a sus propiedades mecánicas y de seguridad, el cristal templado ha entrado con mucha fuerza en la industria de la construcción. Importantes ventajas El cristal templado es un vidrio que ha sido sometido a un tratamiento térmico en un horno de templado horizontal. Este proceso consiste en calentar un vidrio crudo hasta su plasticidad 650ºC (1.150 ºF), recibiendo luego en toda la superficie, un enfriamiento brusco de aire, de lo que se obtiene un cristal con excelente resistencia a los golpes y con mayor capacidad para la tracción y flexión a las cargas de viento. Asimismo, disminuye las posibilidades de quiebre por choque térmico (cambios bruscos de temperatura) y resiste cuatro veces más el impacto que un vidrio crudo con un mismo espesor y configuración; cualidades que uno de tipo común nunca podría soportar. En caso de que el cristal se rompiera, éste se fracciona en pequeños granos de vidrios, desprovistos de ángulos cortantes, alcanzando los estándares de seguridad deseados y no representando un riesgo de corte para las personas. Por lo tanto, pertenece a la familia de los cristales de seguridad. Se aconseja utilizar vidrios templados en la gran mayoría de las especificaciones vidriadas, especialmente en aquellas zonas vidriadas de gran superficie y en todos los lugares que estén expuestos a tránsito de público, que presenten riesgo de quiebre o impacto, así como también diferenciales de temperatura. Aplicaciones Dadas las características propias del cristal templado, por su seguridad y resistencia, es recomendado en el uso de: Shower Door, vanitorios y cubiertas. Accesos completamente vidriados, sin marcos estructurales, los que dan una mayor limpieza y transparencia. Puertas varias, divisiones interiores (oficinas) y frentes templados. Vidrios para antepechos, barandas (malls, balcones) y protección para piscinas. Peldaños de cristal para escaleras (templados laminados), tiendas y vitrinas. Separadores y cierre de terrazas, ventanales, lucarnas, tableros para basketball, canchas de squash y de paddle y cabinas telefónicas, entre otros. A tener en consideración En relación a lo que sucede en la actualidad con los edificios con muro cortina, una fachada que cierra un edificio exteriormente sin utilizar un vidrio de seguridad podría tener serios problemas porque sus enormes vidrios saldrían disparados de los vanos y como verdaderas guillotinas caerían sobre las personas. Incluso prevén que ocurrirían más muertes por este motivo que por el colapso de las estructuras y muros tradicionales. El problema antes dicho se produciría porque los vidrios corrientes frente a las vibraciones de un temblor se desastillan, rompiéndose como cuchillos. En la actualidad no existe legislación que obligue a utilizar cristales especiales (templados o laminados) que se comporten de una manera diferente cuando se rompen, ya sea quedando los pedazos fijos en el marco por una lamina interna o desgranándose en partículas inofensivas. Existe una norma chilena del Instituto Nacional de Normalización que determina el uso de vidrios de seguridad para este tipo de estructuras, pero no tiene carácter obligatorio, ya que no figura en la Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones. Esto, deja en evidencia la necesidad de contar en esta área con eficaces herramientas para fiscalización. Mayor información en www.glasstech.cl |