Paso a paso Así, los participantes deben cumplir inicialmente con una autoevaluación que analiza las fortalezas y debilidades de las compañías, con el fin de establecer el alcance y la forma de implantar las mejoras de su gestión. Una vez comenzado el trabajo, se desarrollan actividades que permiten superar los requisitos establecidos para cada uno de los siguientes niveles. En primera instancia, la evaluación de la competencia empresarial compromete a los líderes de la Pyme a participar en el sistema, reforzando su crecimiento profesional y visión empresarial. Posteriormente, en el segundo nivel, la certificación bajo norma NCh 2909, establece una estrategia y ordenamiento en las Pymes. El tercer nivel corresponde a la implantación de elementos de gestión de riesgo empresarial que permiten tomar decisiones informadas, gestionar información según los últimos requisitos o formas acordadas por la banca. En el cuarto y último nivel, destaca la implementación de ISO 9001- 2000, que se traduce en mejora continua y representa una vía hacia la excelencia. Un trabajo que da frutos El esfuerzo del grupo pionero PYME que forma parte del proyecto de diseño del Sistema Evolutivo en Santiago y la IV Región, ya presenta los primeros frutos. Sí, porque tras superar el segundo nivel del sistema evolutivo podemos decir con orgullo que contamos con 12 nuevas pequeñas y medianas empresas certificadas bajo la norma chilena de gestión NCh 2909, lo que ubica al sector construcción a la vanguardia de las empresas certificadas en esta norma en el país. Pero ¿en qué se traduce la certificación NCh 2909? Tal como lo anticipábamos: Fundamentalmente en Pymes más ordenadas, con una estrategia y proyección definidas. El esfuerzo debe ser premiado y reconocido en el mercado. Por esto el Sistema Evolutivo PYME promueve la distinción de las empresas participantes en las distintas etapas. Una distinción y reconocimiento que proviene tanto de los pares como de aquellas empresas que contratan sus servicios. |