En lo que respecta a la inversión sectorial en 2011, ésta debió ajustarse a la baja, situándose en un 8,4%, debido a la menor ejecución presupuestaria materializada entre enero a septiembre de 2011, lo que implica que un tercio de los presupuestos asignados debiera adjudicarse en el último trimestre. Ello se traduce, según informó la CChC, en que la materialización de dichos proyectos -actividad real- se observará a partir de los primeros meses de 2012.
Proyecciones en vivienda pública
En el ámbito de la vivienda pública, al 31 de octubre de 2011 se habían otorgado 121.277 subsidios habitacionales -correspondientes tanto al Programa Regular como de Reconstrucción-, lo que representa un avance de 63,4% con respecto a la meta para el año, que considera el otorgamiento de un total de 191.246 subsidios.
Para 2012, el Ministerio de Vivienda y Urbanismo contaría con un presupuesto casi 6% mayor a lo decretado en 2011. Ello implica que estaría en condiciones de entregar alrededor de 140.000 subsidios para el Programa Regular. El Gerente de Estudios de la CChC, Javier Hurtado, destacó particularmente el positivo impacto que se estima tendrá el Sistema Integrado de Subsidio Habitacional (DS 01), que contribuye con un monto decreciente al financiamiento de viviendas de hasta 2.000 UF. Sostuvo que "los dos llamados realizados en el segundo semestre demostraron la buena acogida que ha tenido este subsidio, lo que demuestra que está bien focalizado en los segmentos emergentes y medios, donde hasta ahora existían necesidades sociales sin atender".
Mercado inmobiliario privado
Pese a las dificultades externas y la baja en la proyección de crecimiento para 2012, la CChC destacó el papel cumplido por el mercado inmobiliario privado durante 2011, sector responsable de imprimirle dinamismo a las inversiones sectoriales, superando las expectativas de la entidad gremial. "Es interesante destacar que el alto nivel de venta de viviendas nuevas se observó en todo el país y no sólo en el Gran Santiago, lo que explica que estimemos un crecimiento anual mayor al 20% a nivel nacional, superando los registros de los últimos tres años, marcados por un ambiente restrictivo para esta área de la construcción".
Asimismo, agregó que "esta mayor demanda activó inversiones que están en curso, pero que se debieran seguir desarrollando con cautela durante 2012. Creemos que los empresarios seguirán de cerca la evolución de indicadores claves como el desempleo, inflación y acceso al crédito, priorizando una venta fluida por sobre ajustes mayores de oferta".
Infraestructura
En cuanto a la inversión en infraestructura pública, en 2011 se ha registrado una lenta ejecución presupuestaria y un bajo nivel de cumplimiento de la cartera de inversiones en concesiones anunciada a licitar durante 2011, la cual generó expectativas importantes de mayor actividad -ya que contemplaba proyectos por US$ 8.000 millones-, adjudicándose finalmente sólo US$ 30 millones en el año.
Para 2012, si bien el presupuesto del MOP destinado a inversiones reales aumentaría 5,7% respecto del presupuesto 2011 vigente (el cual es inferior al decretado inicialmente), el ejecutivo de la CChC sostuvo que "nos preocupa que sólo el 37% de éste involucre el financiamiento de nuevos proyectos. Creemos importante que en materia de infraestructura se desarrolle una política pública de largo plazo, en las que se prioricen áreas productivas y se identifiquen y diseñen debidamente los proyectos prioritarios para el país en esta materia".
Por su parte, la inversión en infraestructura productiva continúa exhibiendo proyecciones muy auspiciosas. Sin embargo, Hurtado destaca que "ellas se explican por las importantes inversiones a materializar en los sectores mineros y energía, lo que deja al país expuesto al riesgo de aplazamiento o cancelaciones de este tipo de proyectos, tal como ha sucedido en el último tiempo en el caso de las inversiones energéticas".
La ejecución de estos montos de inversión está condicionada a diversos factores internos y externos. Entre los primeros destacan la capacidad de gestión del Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental y las variaciones en la rentabilidad esperada de los proyectos a causa de la intensificación de las demandas sociales, mientras que, entre los segundos, sobresale la incertidumbre sobre la estabilidad financiera y económica internacional.