Se trata de colaborar, desde nuestro oficio, en la minimización del uso de las energías convencionales, sobre todo las no renovables, para satisfacer necesidades propias del confort. Eficiencia energética implica una ecuación entre la energía útil consumida por un sistema y la energía total utilizada. Mientras menor sea el consumo de energía por unidad de servicio prestado, más eficiencia energética tendremos. Los arquitectos, entonces, debiéramos proponer en los proyectos una reducción de las necesidades energéticas de los edificios, y, por otro lado, aumentar la capacidad de captar o bien generar la energía en forma propia. Si bien es cierto que se podría ir aún más lejos especificando materiales y sistemas constructivos de bajo impacto ambiental en sus propios procesos de fabricación -por ejemplo, maderas renovables, como el pino y el eucalipto, en contraste con el aluminio primario-, si al menos confiamos los aspectos energéticos involucrados a especialistas calificados, se puede minimizar en parte el "despilfarro energético" que todavía se observa como una costumbre generalizada en el ámbito edilicio. Un área importante de éste es la Iluminación, especialidad que en Chile, tiene una incipiente participación en el sector de la Construcción, por lo que se abren campos de intervención muy prolíficos asociados al uso eficiente de energía en proyectos de iluminación, a escalas tanto edilicia como urbana. Al momento de proyectar con conciencia sustentable, algunas de las premisas que debieran considerar los arquitectos hoy en día son: 1. Relación entre la iluminación natural y la artificial. Esto implica, a la hora de proyectar, considerar una adecuada ubicación o emplazamiento, así como la orientación del edificio y sus recintos, según las condiciones de asoleamiento dadas, y luego definir el área expuesta y la ubicación de las fenestraciones en la envolvente arquitectónica. Si tenemos una adecuada iluminación natural, se reduce el uso de la iluminación artificial. 2. Uso de iluminación artificial eficiente, a través de especificación de fuentes de luz de bajo consumo, como por ejemplo la tecnología fluorescente y los LEDs (diodos emisores de luz), a favor de un consumo mínimo. 3. Proyecto de Iluminación que complemente la espacialidad y los elementos de la propia arquitectura con la iluminación artificial. Ejemplo de ello es la iluminación por reflexión directa o secundaria. 4. Control de la Iluminación por medio de sensores de presencia, temporizadores, potenciómetros, etc, lo que permite proyectar un uso "inteligente". 5. Auto energización del sistema de Iluminación. Aunque esta alternativa supone una inversión inicial importante, el uso de paneles fotovoltaicos y/o turbinas eólicas se constituyen en las vías más sustentables, puesto que no sólo permite, luego de algunos años de amortización de la inversión, abastecerse en forma absolutamente independiente de la red eléctrica convencional. |